Vitoria - Con la temporada recién concluida, el Baskonia tiene por delante un largo verano en el que se verá obligado a lidiar con no pocos movimientos dentro de su plantilla. La excelente actuación del combinado vitoriano a lo largo de todo el curso ha provocado que todos sus integrantes -incluido el cuerpo técnico- se revaloricen de manera de manera considerable, lo que hace que se hayan convertido en apetecibles objetos de deseo para otros conjuntos. Eso unido a que las principales referencias de la escuadra de Zurbano no disponen de contrato en vigor llevará inevitablemente a un escenario en el que las entradas y salidas serán constantes.

Pero antes de que arranque toda esa vorágine, la entidad de Zurbano debe tomar una decisión importante. Curiosamente, con el último en incorporarse al proyecto de Velimir Perasovic como protagonista. Porque una de las primera cuestiones a dirimir es si Michael Roll se queda en un simple parche temporal o, por el contrario, se convierte en una apuesta de futuro.

El jugador estadounidense -aunque con pasaporte tunecino, lo que le permite no ocupar plaza de extracomunitario- llegó a Vitoria justo antes del inicio de los play off por el título y, para hacerle sitio, el club le retiró temporalmente la ficha a Jaka Blazic. En su contrato, existe una cláusula unilateral que permite al Baskonia prolongar la vinculación del exterior para el próximo curso o, por el contrario, mostrarle la puerta de salida sin problema alguno.

Y es esa disyuntiva la que tienen que resolver ahora los responsables azulgranas. En los siete encuentros que ha disputado como integrante del Laboral Kutxa, Roll ha mostrado un rendimiento claramente de más a menos aunque, claro está, en su favor resulta obligado decir que se ha visto obligado a actuar sin disponer de un mínimo periodo de adaptación para acoplarse a un conjunto ya perfectamente engrasado. Pese a ello en sus primeras comparecencias -en la serie de cuartos contra el Herbalife- ofreció un nivel más que correcto y, sobre todo, apenas cometió errores. Aportó serenidad al habitual juego alocado del Baskonia. Contra el Barcelona, sin embargo, se fue difuminando hasta terminar convertido en una pieza sin apenas aportación positiva. Ahora, Josean Querejeta debe decidir si le da un voto de confianza para el año que viene o explora otras vías.