vitoria - Desde que arrancó la temporada, el Buesa Arena se ha convertido en un auténtico fortín prácticamente inexpugnable para cualquiera que haya intentado asaltarlo. El Baskonia puede presumir de más de un noventa por ciento de victorias al calor de su afición y precisamente a ese apoyo es al que se encomienda ahora, en el tramo final del curso, para dar el primer paso que le permita continuar con vida en la semifinal contra el Barcelona. Después de saldar con sendas derrotas sus comparecencias en la Ciudad Condal, al conjunto vitoriano únicamente le queda una vía por explorar. Todo lo que no sea reencontrarse con la victoria a partir de ahora supondrá bajar definitivamente el telón al brillante ejercicio 2015-16. Un escenario que, pese al indudable atractivo de poder comenzar a disfrutar de las vacaciones, absolutamente nadie desea dibujar.

Porque lo cierto es que, más allá del 2-0 que ahora mismo refleja el marcador global de la serie, el plantel de Velimir Perasovic de momento no ha estado en este emparejamiento a la altura de lo que puede ofrecer. Especialmente en el primer duelo, donde ofreció una imagen muy poco reconocible. Ya en el segundo comenzó a corregir esta situación -aunque volvió a perder- y proseguir con esa recuperación debe ser su principal objetivo en lo que resta. Resulta evidente que una eliminatoria con el Barcelona supone un obstáculo de gran dificultad para cualquier equipo y que sería perfectamente asumible que el Laboral Kutxa terminara siendo eliminado pero no lo es tanto que se produzca este desenlace con un comportamiento como el del pasado viernes en la ciudad catalana.

Por ello, el duelo de esta noche se presenta como una oportunidad única de lavar su imagen para los vitorianos. Con el inestimable plus que supone el empuje del Buesa Arena, el Baskonia deberá intentar recuperar su mejor versión para estrenar por fin su casillero de victorias en la serie. Si lo logra, a partir de ahí se abrirá un panorama algo más esperanzador en el que, en cualquier caso, tampoco podrá permitirse un nuevo tropiezo.

Teniendo en cuenta lo acontecido en las confrontaciones precedentes, las opciones azulgranas pasan, fundamentalmente, por que sus principales referencias vuelvan a la senda del acierto por la que han transitado durante la mayor parte de la campaña. Cuando Adams, Bourousis, James y Hanga han marcado el ritmo, el equipo siempre ha obtenido un gran porcentaje de éxito. Sin embargo, hasta el momento, únicamente el húngaro se ha acercado a su rendimiento habitual en los dos encuentros jugados contra en Barcelona. Bourousis y sobre todo Adams, en cambio, han estado muy por debajo y ese déficit se ha convertido en un lastre muy pesado que el grupo no ha sido capaz de superar.

Esta noche, en el primer gran momento de la verdad en la Liga, ya no habrá posibilidad de marcha atrás y, por lo tanto, los líderes de este Baskonia deben ejercer su condición de tal y asumir la responsabilidad de tirar del carro. Es verdad que el Laboral Kutxa juega también contra la historia puesto que en la historia de la ACB nunca se ha remontado un 2-0 en semifinales y el conjunto vitoriano ni siquiera ha logrado llevar una serie que haya empezado así hasta el 2-2 pero si algo ha demostrado este curso es que es capaz de derribar los muros más elevados.