vitoria - El Fenerbahce era claro candidato a disputar la ‘Final Four’, no así el Baskonia. ¿Sorprendido con la identidad del rival en ‘semis’?

-Nunca veo la cosas desde este punto de vista. Cuando disputas una competición tan exigente como la Euroliga, con tantísimos partidos en la primera fase, un Top 16 muy largo y un cruce de cuartos, nadie puede decir que los cuatro equipos que se han clasificado para la Final Four no lo hayan merecido. Está claro que en el análisis previo sobre los favoritos de la competición nadie veía al inicio de la temporada al Baskonia en Berlín, pero si luego te percatas del juego que han hecho, las victorias de prestigio que han conseguido o su química como grupo te das cuenta de que no ha sido una sorpresa. Han jugado de forma fantástica y merecen la clasificación. Es uno de los equipos Top 4 de esta Euroliga.

El pasado curso se quedaron a las puertas de la gloria en Madrid. ¿Han aprendido la lección para esta edición?

-Habrá que verlo. Cuando te clasificas para la Final Four, sabes que estás compitiendo contra los otros tres mejores de Europa. Debes jugar tus bazas, pero sabiendo que la dificultad es máxima. Siempre digo que para perder esta clase de partidos necesitas poder llegar a disputarlos y eso no es nada fácil. Ser campeón de la Euroliga te obliga a muchas cosas, como por ejemplo controlar tus emociones, tener acierto en los tiros... A muchos jugadores les puede pesar la responsabilidad en los momentos decisivos. Creo que el CSKA está un poco por encima de los otros tres clasificados, pero la distancia no es muy lejana y todo está bastante abierto.

Pese a la lesión de Jan Vesely, el Fenerbahce liquidó con facilidad al vigente campeón. ¿Es una muestra de poderío?

-No teníamos ningún sentimiento de revancha con el Real Madrid. Es obvio que cuando te mides a un rival como ellos de tanta calidad y que te han dejado fuera en la última edición estás muy motivado, pero fue un trabajo colectivo lo que nos permitió pasar. El equipo reaccionó y supo sobreponerse a una situación dramática como fue la pérdida de un referente interior, pero los demás jugadores dieron un paso adelante. Todos se dieron cuenta de lo que había y actuaron en consecuencia para que no se notara esta ausencia. Fue una gran respuesta de todos: desde la secretaría técnica a la plantilla pasando por el técnico.

Se habla de que el Fenerbahce maneja mucho dinero, pero parecido a otros equipos como Olympiacos, Barcelona, Madrid o Khimki que han quedado fuera. ¿Le molesta que les quiten algo de mérito?

-Lo primero de todo es que el Fenerbahce no es ni de largo el presupuesto más alto de la competición. Lo hemos reducido alrededor de un 15% para esta campaña. Obviamente manejamos una buena cantidad de dinero, pero eso no te garantiza disputar la Final Four. Entendemos que somos una gran organización, un gran club y un gran presupuesto, pero la causa de que estemos en Berlín tiene que ver con nuestra solidez como conjunto.

La presencia de Obradovic es una garantía de éxito. ¿Puede decir algo de él que no se sepa?

-Es una pregunta difícil, ya que a estas alturas todo el mundo le conoce. No hay secretos a su alrededor. Es un técnico muy especial por muchas cosas o la meticulosa preparación de los partidos. Es una gran combinación de conocimientos con el estudio del juego, su amor por los detalles y su gran relación con todos los jugadores. Su exitosa trayectoria es fruto de muchos aspectos, ya que no se gana ocho Euroligas por casualidad. La receta es trabajar muy duro, pero también controlar todos los detalles. Me alegra que esté contribuyendo al crecimiento del baloncesto en Turquía, no sólo del Fenerbahce.

En el baloncesto turco hay mucho dinero, pero no así éxitos deportivos. ¿Por qué?

-Creo que es un problema de crecimiento y de encontrar la consistencia al más alto nivel. No es fácil ganar o perder finales ni llegar a estos niveles. Esto no funciona como un reloj. Necesitas ir dando pasos progresivos pero firmes. Pongo el ejemplo del Barcelona. ¿Cuántos años tardó una de las mejores organizaciones del mundo en conquistar su primera Euroliga? Turquía tiene potencial, estructura y dinero para triunfar, pero es un proceso en el que necesitas situarte y entender todos los ingredientes necesarios para subir a la cima. Al mismo tiempo, la competición doméstica está cambiando para bien y hace que tu trabajo sea cada vez más difícil. La organización de la liga es cada vez mejor y la calidad y consistencia de los equipos también, como lo demuestra que el Galatasaray haya ganado la Eurocup y el Fenerbahce esté por segundo año consecutivo en la Final Four. La liga turca está evolucionando y ya es una de las mejores de Europa, pero insisto en que es un proceso. Estoy seguro de que pronto llegará el título, ya sea del Fenerbahce u otro club.

¿Qué le sugiere este Baskonia?

-En primer lugar, he de decir que soy un gran admirador de Querejeta porque siempre encuentra la forma de gestionar el club de la manera más acertada posible. Esta temporada, gracias a un técnico de calidad como Perasovic, ha conseguido un salto de calidad. Mantuvimos una conversación al principio de la temporada en la que ni él ni prácticamente nadie esperaba que pudieran darse las cosas como se han dado. Tomaron algunas decisiones arriesgadas pero que ahora se han demostrado válidas. Si nosotros fuimos capaces de dar un extra en una situación de emergencia como la lesión de Vesely, lo que ha hecho el Baskonia en una situación similar es un ejemplo para todos. El paso adelante y esfuerzo de los jugadores sanos está ahí. Han sido muy inteligentes en eso y esa química es uno de los grandes secretos de su éxito. Probablemente, su juego exterior es el mejor de Europa. No tengo duda sobre ello. Chapeau para las decisiones que seguramente al principio de la temporada mucha gente no entendió.

Los dos bases Adams y James están en boca de todo el mundo. ¿Son potenciales jugadores para la NBA o un grande de la Euroliga?

-(Risas). Esta no es una buena pregunta para que te la conteste antes de la Final Four.

¿Pensaba que un veterano como Bourousis podía tener esta motivación a sus 32 años?

-No descubro que es un magnífico jugador sobre el que había una cierta unanimidad acerca de que ya había dado sus mejores años de baloncesto debido a su edad. Sin embargo, está haciendo la mejor temporada de su vida en Vitoria. Ha sorprendido a todo el mundo su papel después de su etapa en Madrid y ahora es, posiblemente, el hombre alto más determinante de la Euroliga. Su fichaje ha sido un completo acierto porque necesitabas saber lo que podía ser capaz de ofrecer antes de realizarle una oferta.

El pasado verano emigró Nemanja Bjelica a la NBA y este sucederá lo propio con Bogdan Bogdanovic o Davis Bertans. ¿Es imposible retener a las estrellas europeas?

-Este problema afecta especialmente al baloncesto europeo, no solo al Baskonia o Fenerbahce. Es un problema que será mayor con el paso de los años y la razón es muy simple. Somos muy débiles a la hora de proteger a nuestros jugadores que desarrollamos durante mucho tiempo. También somos débiles a la hora de ser capaces de ayudar a esos jóvenes a desarrollar su baloncesto. Si piensas en esto y en que en la NBA habrá cada vez más dinero para atraerles, no son buenas noticias con el fin de que siga habiendo un baloncesto de calidad en Europa. Mantener a las estrellas será cada vez más difícil y es un problema gordo para todo el mundo. Deberíamos considerarlo seriamente.

¿Hay muchas diferencias entre ejercer como directivo en la NBA y un club grande de Europa como el Fenerbahce?

-Los trabajos no se pueden comparar porque los modelos deportivos no se pueden comparar. Desde la perspectiva de hacer tu propio trabajo, es muy diferente. Salgo de un sistema en el que había hay un límite salarial para fichar jugadores a otro donde tampoco hay margen para errar. Hay un acercamiento por parte del baloncesto europeo al tipo de modelo de la NBA, pero el baloncesto es baloncesto en cualquier lugar. Al final del día, mi pasión por el baloncesto me obliga a dar el máximo en cada sitio y hacer las cosas lo mejor que sé.