andorra la vella - Fueron 108 puntos ante el Fuenlabrada en el Fernando Martín, 101 y 102 ante el Gipuzkoa Basket y el Joventut en el Buesa Arena, respectivamente, y ayer otros 99 en el Principado de Andorra. El Baskonia se quedó a las puertas de alcanzar la centena por cuarta ocasión consecutiva en la ACB, un registro espectacular que justifica su fama de anotador compulsivo y grupo irresistible en ataque cuando le acompaña el acierto. Nadie duda ya a estas alturas que los excelsos francotiradores en manos de Perasovic aterrizan en el Mercedes Benz-Arena de Berlín con las muñecas calientes y perfectamente engrasadas. La llegada de un tramo amable del calendario a nivel doméstico ha sido aprovechada por el conjunto vitoriano para darse varios homenajes que deberían tener continuidad a partir de este viernes en la semifinal de la Final Four.
La prueba del algodón, sin embargo, llegará ante el segundo mejor equipo defensivo de la Euroliga. El Fenerbahce encaja poco más de 72 por encuentro, muy cerca del líder Lokomotiv Kuban, protagonista del duelo por la otra parte del cuadro ante el CSKA. Y es que el aguerrido y disciplinado bloque esculpido por Zeljko Obradovic, que ya dejó seco a otro consumado anotador como el Real Madrid en el cruce de cuartos de final, se distingue precisamente por ser una china en el zapato de conjuntos, como el vitoriano, que gustan de poner en práctica un juego vertiginoso en pos de una elevada anotación.
Con grandes cancerberos en la cuerda exterior que incomodan al máximo la circulación de balón, continuos cambios automáticos en defensa gracias a la versatilidad y altura de todos sus hombres o dos intimidadores de primer nivel bajo los tableros (el fornido Udoh y el ya recuperado Vesely), el Mercedes Arena asistirá a una preciosa lucha de estilos entre dos equipos que buscan la victoria a través de caminos diferentes. Ambos aspirantes a la gloria continental atesoran mucha pólvora en sus manos, pero los turcos han acreditado hasta la fecha un envidiable espíritu destructor que les hace algo más favoritos. El Baskonia, por ejemplo, encaja algo más de 76 desde que echó a rodar la competición, aunque también defiende a menudo al límite de la falta al igual que los otomanos.
Si hay una pieza que está acreditando un voraz instinto asesino en los últimos tiempos es Adams, afianzado como el máximo anotador de la ACB y un torbellino ante el aro rival. En cuanto a pegada, el estadounidense es la punta del iceberg de un Laboral Kutxa con otros cañones listos para la cita -Bertans ha cogido la velocidad de crucero tras su lesión- y en el que la visión panorámica de Bourousis o los muelles de Hanga son valores impagables para Perasovic. James acabó ayer inédito, pero por todos es sabido su potencial cuando entra en erupción. Muchas balas, en definitiva, para un colectivo que quiere hacer historia en Berlín.