Vitoria - En una decisión que escapa a la lógica y carece de coherencia, la Euroliga ha entendido que no es necesario unificar los horarios de la última jornada del Top 16 pese a lo mucho que hay en juego para un buen puñado de equipos. En el grupo E, por ejemplo, ya se conoce la identidad de los cuatro clasificados, pero falta por determinar un asunto de vital trascendencia como quién se hace con el segundo y el tercer puesto. Mucho más caliente está el grupo del Baskonia, donde los vitorianos y el CSKA buscan sus dos acompañantes para el Top 8. Nada menos que cinco equipos albergan todavía opciones matemáticas, pero ello no ha impedido que la Euroliga coloque los partidos de los implicados en días y horas diferentes. Algo ciertamente inaudito y que aumentará el suspense hasta el último día.
De momento, no se ha definido ningún cruce de cara a la Final a Cuatro de Berlín, fijada del 13 al 15 de mayo. Hay una única posibilidad de que el Laboral Kutxa sepa el jueves quién es su último obstáculo para retornar ocho años después a la gran fiesta del baloncesto continental. En caso de regresar de Alemania con una derrota ante el Brose Baskets y que el Panathinaikos sucumba en la cancha del Efes, ya sin opciones de clasificación, quedará rubricada la eliminatoria entre vitorianos y atenienses con factor cancha para los primeros.
Si el Laboral Kutxa se impone en tierras germanas, en cambio, deberá aguardar sí o sí al viernes para saber su rival. En este sentido, el abanico de posibilidades se abriría y todo quedaría supeditado al desenlace de dos duelos en los que podría haber mucha tela que cortar. Serían concretamente el Olympiacos-CSKA y el Darussafaka-Lokomotiv Kuban. Ambos rusos dependen de sí mismos para, en el caso de los de Itoudis, ser primeros del grupo F y segundos del E en caso del conjunto donde milita el viejo objeto de deseo azulgrana Víctor Claver.
Las cuentas para el Baskonia son muy claras. Si se encarama al liderato, se medirá al Estrella Roja. En cambio, le esperarán Lokomotiv o Panathinakos si finalmente no puede destronar al CSKA y tiene que conformarse con el segundo puesto. A simple vista, el conjunto balcánico parece el más asequible de la terna de posibles oponentes pese a la dificultad que entrañaría acudir a una cancha tan infernal como el Kombank Arena, cuyas gradas estarán repletas con 20.000 enfervorizadas gargantas.