vitoria - Tras no entrar en sus planes durante las dos últimas décadas, la ACB tenía una cuenta pendiente con Galicia a la hora de conceder a una de sus ciudades la organización de la Copa. La consolidación del Obradoiro como club de élite aumentaba la presión para que el torneo más atractivo del año retornara a una plaza carismática y con ganas de volver a saborear el baloncesto de altos vuelos. De lo que no había dudas es que sería inviable conceder la organización a Santiago de Compostela, donde el Fontes do Sar cuenta con un aforo reducido. En noviembre de 2014 quedó aprobado por parte de la Asamblea su celebración en A Coruña y que el Rio Natura ejercería como atípico anfitrión.
La Copa ha vuelto de este modo a tierras gallegas 23 años después, tras acoger precisamente A Coruña las ediciones de 1989 y 1993. El evento tendrá lugar en el Coliseum, un recinto multidisciplinar con capacidad para aproximadamente 10.000 espectadores y que recientemente ha acogido con éxito eventos musicales, taurinos y deportivos como incluso un partido de la selección española de baloncesto ante Canadá en la preparación del Mundial de 2014.
Situado en el principal acceso a la ciudad, se trata de un edificio inaugurado en 1991 y con un diseño vanguardista que le permitió ser pionero a nivel estatal como recinto multiusos. Con una base circular y una altura máxima en el arco de la cubierta de 32,50 metros, la pista que acogerá los siete partidos de la Copa tiene 1.900 metros cuadrados.
El gran problema que juega en su contra es el limitado aforo para congregar a un buen número de espectadores. Poco más de 10.000 podrán, a lo sumo, darse cita en sus gradas, una cifra insuficiente para lo que es un torneo como la Copa que siempre moviliza a ingentes masas. De no mediar sorpresa, A Coruña cederá el testigo en 2017 a Badalona.