vitoria ? Tal fecha como hoy, 26 de diciembre, se cumplen cien días de la presentación oficial de Velimir Perasovic como nuevo técnico del Baskonia. Un tiempo de gracia más que suficiente para reconocer el acierto de su llegada a un club inmerso de un tiempo a esta parte en graves problemas económicos y víctima de una preocupante pérdida de identidad que amenazaba el rumbo de la entidad. Tras los fracasos en el banquillo de Sergio Scariolo y sobre todo Marco Crespi, que apenas duró tres meses en el cargo al ser sustituido por el vitoriano Ibon Navarro, el momento del máximo mandatario baskonista, JoseanQuerejeta, fue escrutado el pasado verano con lupa a la hora de designar al nuevo inquilino azulgrana. Y en honor a la verdad, sorpresa, recelo y un mar de dudas fueron las primeras impresiones que generó el nombre de Perasovic, entonces técnico de la selección croata que disputó el pasado Europeo de Francia.
Casi tres meses después, el tiempo parece haberle dado la razón al presidente, que varios años después, por fin disfruta de unas navidades tranquilas. A continuación se repasan algunos momentos de la trayectoria de Peras en su su segunda etapa como máximo responsable en el Buesa Arena desde que el club lo presentara el pasado 21 de septiembre en la sede del patrocinador oficial.
Presentación
Un necesario baño de realidad
No hubo promesas irrealizables, ni proyectos desmedidos ni mucho menos anuncios con fichajes de campanillas ?el caso de Lamar Odom aún escuece entre la parroquia baskonista? , y sí un necesario baño de realidad y altas dosis de humildad ante la nueva propuesta. Porque los antecedentes económicos y deportivos de los últimos años, donde los fracasos se contaban por proyectos, exigían de una puesta en escena coherente y a la altura de la nueva realidad de la entidad. Y Perasovic no defraudó. Acompañado por el team manager del club, Félix Fernández, aquella mañana del 21 de septiembre, en la sede de la central de Caja Laboral en la calle Dato, Peras ganó ante los medios de comunicación la primera de sus batallas. Tiró de manual, reconoció las dificultades propias de un proyecto que no cuenta con un millón de euros para fichar y prometió solo lo que estaba a su alcance: dedicación y trabajo. “El nivel de la plantilla no es como en año anteriores, pero el equipo puede crecer durante la temporada”, deslizó en un momento dado. “El equipo es más barato, aunque eso no quiere decir nada. ¿Nuestros puntos débiles? No tendremos calidad suficiente para cuando las cosas vayan mal poder resolver por nosotros mismos. El talento se compra y a nosotros nos faltan jugadores de este perfil, pero sí disponemos de muchos que quieren ser importantes en el futuro”, vaticinó después. Y acertó, al menos hasta el momento. Jugadores que un año antes portaban el cartel de transferibles como Hanga o Adams hoy resultan imprescincibles para su filosofía.
un estilo definido
Disciplina, variedad defensiva y compromiso
Cien días de gracia han servido para evidenciar la existencia de un estilo definido que lleva la incomparable firma de Perasovic. Como contrapunto a la irregularidad, anarquía y falta de compromiso de la que la plantilla anterior hizo gala, el técnico croata ha sacado a pasear su catálogo de intenciones a partir de la disciplina táctica, el compromiso y una variedad de defensas que dan como resultado, hasta ahora, un equipo sólido y rocoso que por momentos, y son muchos, recuerda al de los mejores tiempos de Dusko Ivanovic. Domado el carácter volcánico de Adams y James, recuperado para la causa a Bourousis ?el auténtico faro de este equipo? y resucitado también Adam Hanga, que en verano tuvo pie y medio fuera del club, el equipo está compitiendo con garantías en prácticamente todas las canchas. Ha ganado, por ejemplo, ante humildes como Estudiantes, Rio Natura o Gipuzkoa Basket, pero también ante equipos de su liga como Unicaja y F.C. Barcelona, por no olvidar, ya en Euroliga, sus triunfos ante Armani, Olympiacos o Efes. A pesar del prestigio recuperado a cuenta de su participación continental, no hay que olvidar que también ha habido hasta ahora batacazos como el sufrido en el Buesa Arena ante el Iberostar Tenerife (92-98) que despertaron algunas dudas.
Bourousis y Causeur
¿Peligrosa dependencia?
Pocas semanas tardó el croata en darse cuenta que sobre la actuación del francés Fabien Causeur y la experiencia en Europa de un regalo de última hora como fue el del poste griego Bourousis iban a pivotar no solo el juego del equipo sino también gran parte del éxito de la temporada. Tampoco se equivocó. Desde un primer momento, ha concedido galones al francés, un jugador que aporta consistencia en defensa, lectura de juego, crea espacios, concede asistencias y ayuda en el rebote, y al que estos días varios medios sitúan en la órbita del Real Madrid (cabe recordar que su relación contractual con Baskonia termina el próximo mes de junio). A continuación, concedió al poste griego todos los minutos que el año pasado le negó Pablo Laso en el Real Madrid. Y a cambio, Bourousis ha respondido con presencia y números, siendo elegido además MVP varias veces no solo en la competición doméstica sino en Euroliga también.
El ‘caso James’
Falta de respeto zanjada de raíz
El conato de incendio que antaño hubiera dado para varios capítulos apenas duró esta vez unas horas con el sargento Perasovic al mando del camión cisterna. La chispa con Mike James surgió durante el partido en casa ante el UCAM Murcia. El croata recriminó públicamente al base por lo que consideró una “falta de respeto” y el asunto corrió como la pólvora poco después hasta que el croata dijo basta. Se lavaron los trapos sucios en casa y se dio por zanjado el tema en una comparecencia posterior, confiriendo carácter de normalidad a la solución de los hechos. “Mi trabajo es que todos rememos en la misma dirección y si alguien se sale de esa línea, volver a meterlo”, resolvió Perasovic.
“Vete a la puta mierda”
Expulsado en Valencia
El único lunar en su, hasta la fecha, inmaculado comportamiento se produjo en la Fontenta, al comienzo del segundo cuarto del partido que enfrentó al Valencia con Baskonia, cuando el croata fue expulsado por Emilio Pérez Pizarro por decirle: “Vete a la puta mierda”, una reacción que se produjo al ver Perasovic su segunda técnica, algo que acarreó su expulsión y el posterior seguimiento del resto del partido desde el túnel de vestuarios.
Primeras dudas... y reacción
Tres derrotas consecutivas ante Efes, Tenerife y Bilbao
Bastan tres derrotas consecutivas en un club como Baskonia para que cundan los nervios en la zona noble de Zurbano. Y se ha dado el caso en estos primeros tres meses de competición ?se perdió, por ejemplo, en Turquía ante Efes, en casa, y con estrépito, ante el Iberostar Tenerife (92-98), y a domicilio contra el Dominion basket en el derbi vasco? pero el pánico no ha cundido. Acaso algunas dudas propias de pasar de encajar una media de 70,3 puntos por partido a hacerlo en estos últimos casos por 89, 95 y 98 puntos, pero nada más allá de eso, salvo la preocupación del momento. Consciente del bajón físico de Bourousis, lo cual repercutió en defensa, y el abuso del tiro exterior para paliar ese déficit, Perasovic reflexionó al respecto, movió ficha y enderezó el rumbo. Ante elSevilla y en el Buesa, disipó en la jornada posterior cualquier duda (89-73), que días después certificó con otro triunfo, esta vez a domicilio, ante el Gipuzkoa Basket (83-91).
Diplomático con Bertans
“Mientras no me digan lo contrario...”
A mediados de diciembre, el baskonismo recibió la grata noticia de que Davis Bertans acudiría a Vitoria para ser analizado por los servicios médicos del club, que desde hace ocho meses, y con la distancia que separa a la capital alavesa de los Estados Unidos, donde se está recuperando el jugador, vigilan la evolución del letón tras la grave lesión de rodilla que se produjo la temporada pasada. Como quiera que su futuro en el equipo comienza a estar en el aire ?su entorno se ha encargado de ello?, la visita del alero también contempló una cita privada con su entrenador en las instalaciones del Bakh, que a la conclusión se mostró todo lo diplomático que requiere esta extraña situación. “Hasta que me digan lo contrario, Bertans es miembro de la plantilla y yo cuento con él”. ¿No tendrás un problema de fichas entonces?”, se le interpeló después. “No es un problema. Es mejor tener más jugadores que menos”. Asunto zanjado. Como el caso James.