vitoria - Tras sufrir el pasado domingo su primera derrota en la competición doméstica en la visita a Valencia, el Laboral Kutxa regresa a la senda continental con el objetivo de dejar prácticamente sellada su presencia en el Top 16 al final de la primera vuelta de una liguilla en la que encadena tres triunfos consecutivos tras caer en su primer partido en Milán. Olympiacos, Limoges y Efes han sucumbido uno detrás de otro al poderío exhibido por un Baskonia que afronta esta noche una nueva prueba de fuego en Croacia. Ante un Cedevita que ya ha demostrado que está muy lejos de ser la cecinienta que muchos podían prever, el equipo de Velimir Perasovic puede dar un nuevo paso de gigante hacia el objetivo mínimo del club en la Euroliga, que no es otro que repetir presencia entre los dieciséis equipos más poderosos de la competición. Solo una hecatombe del todo inesperada podría apartarle de tal fin si esta noche es capaz de doblegar al sorprendente Cedevita a domicilio.
La empresa no resultará para nada sencilla. Lleva tiempo Perasovic ponderando el poderío de sus paisanos croatas. No en vano, conoce bien el percal el técnico de Split. El Cedevita es un club joven que no tiene el renombre de un Cibona o de los históricos clubes balcánicos, pero exhibe mano de hierro en casa tras haber conquistado sendos dobletes en las dos últimas temporadas y se ha erigido en la alternativa más sólida al Estrella Roja en la Liga Adriática. Potencial en forma del talento a raudales que siempre ha destilado la escuela dálmata -el gran referente es el pívot Milo Biran- y también desde el punto de vista económico con fichajes de renombre como los de Jacob Pullen, James White, Luka Zoric o el recién llegado Henry Walker, que podría estrenarse esta noche con su nuevo equipo tras haber sido recientemente cortado por Miami Heat. Por si no fuera suficiente ya con todo este historial para no caer en un exceso de confianza, las victorias del equipo de Veljko Mrsic a domicilio en las canchas de Anadolu Efes y Armani Milano también han de servir como advertencia para un Laboral Kutxa que no se puede permitir una relajación hasta ahora nunca vista.
viaja kangur El Baskonia ha marcado perfectamente la línea a seguir a lo largo de la temporada en los primeros partidos del curso. La mano de Perasovic ha sido fundamental a la hora de recuperar un carácter aguerrido que le permite a este equipo no tener que fiarlo todo al acierto ofensivo, como le sucedió la pasada campaña. Ahora, por lo menos hasta la fecha, este Laboral Kutxa es capaz de agarrarse a los partidos aunque los lanzamientos no entren. Y eso se debe al excelente trabajo defensivo que el grupo está desarrollando.
Los números reflejan que el equipo vitoriano es el mejor ofensivamente de Europa -en este sentido, beneficiado por haber disputado dos prórrogas-, pero donde de verdad marca tendencia el equipo de Perasovic es a través de una defensa muy agresiva que entorpece los movimientos del rival y propicia muchas recuperaciones y canastas sencillas.
Atascar el ataque de Cedevita será el primer paso hacia una nueva victoria. En el plantel de Mrsic, la gran referencia es Bilo Miran, pívot de moda en Europa. Desde sus 213 centímetros, el cinco es toda una referencia en la zona con sus 16,3 puntos y 7,3 rebotes. La batalla es la pintura entre el croata y Bourousis, el mejor numéricamente de la Euroliga, se presenta como uno de los factores clave del partido.
En el exterior la gran amenaza es la de un anotador como Jacob Pullen (15,8 puntos), mientras que James White pone el potencial físico (11 puntos). Cuenta Mrsic con varios jóvenes talentos balcánicos de alto nivel, pero quizá anda escaso de rotación en el banquillo.
Una cuestión en la que Perasovic se verá esta tarde beneficiado por el regreso de Kristian Kangur. El estonio fue dado de baja en la ACB por unas molestias de espalda, pero ayer finalmente fue uno más en la expedición a Zagreb y podría volver a disponer de algunos minutos en el que puede ser uno de sus últimos partidos en el Baskonia ante el más que probable regreso inminente de Tornike Shengelia al equipo una vez que se recupere de su lesión.