- A medida que pasan los días, la permanencia de Colton Iverson en Vitoria adquiere un color más oscuro y su futuro puede estar irremediablemente orientado hacia el Pinar Karsiyaka, con quien el poste nacido en Aberdeen pactó hace semanas un acuerdo de cara a la próxima temporada que le llevó incluso a renunciar a su participación en las Ligas de Verano de Utah y Las Vegas con los Boston Celtics. Según informaron ayer medios turcos, el representante del jugador está dispuesto a todo con tal de que abandone la capital alavesa y viva una segunda aventura en el baloncesto turco tras la de hace dos años en el Besiktas.

Todavía se desconoce si la amenaza en cuestión terminará haciéndose efectiva, pero las citadas fuentes otomanas advierten ya sin ambages acerca de la posibilidad de que Iverson pida amparo a la FIBA con el fin de que el máximo organismo internacional de la canasta determine la rescisión del contrato que le liga al club vitoriano para la temporada 2015-16. El mismo tribunal que, por cierto, emitió el 29 de abril un dictamen por el que condenaba al Baskonia a abonar 135.000 dólares a Walter Hodge por el incumplimiento del calendario de pagos derivado de la rescisión de contrato del timonel portorriqueño.

El motivo, alegan dichos medios, no es otro que una presunta deuda que el Baskonia mantendría con el interior desde finales de la pasada campaña y que no ha sido satisfecha hasta ahora. A la vista de estos hechos, el entorno del todavía jugador azulgrana sostiene que no puede ser válida la prórroga unilateral del vínculo determinada por Josean Querejeta para que continúe el próximo ejercicio a las órdenes del croata Velimir Perasovic. En este sentido, desde Turquía se insiste en que, no estando Iverson al corriente de sus honorarios, resulta ilógico que la entidad del Buesa Arena le ‘imponga’ ahora su continuidad o, en su defecto, intente hacer negocio con el baloncestista.

Porque, atada su continuidad, el Baskonia ya tiene el mango de la sartén en su mano para reclamar un traspaso al Pinar Karsiyaka o cualquier otro postor en una hipotética negociación. Con la confianza del acuerdo apalabrado con Iverson, quien en Turquía percibiría unas cifras muy superiores a las que tiene firmadas en la capital alavesa de cara al próximo ejercicio, el conjunto turco ejerce de momento de espectador de lujo de los acontecimientos sin intención alguna de abonar una contraprestación al club alavés por los servicios del aguerrido pívot estadounidense. En definitiva, una nueva polémica que no ayuda precisamente al Baskonia a recuperar su prestigio. - DNA