vitoria - Tras varias temporadas anclado en el testimonial rol de quinto pívot, haciendo acto de presencia en momentos muy puntuales de los partidos y huérfano de la continuidad necesaria ante la indecisión de los entrenadores que han desfilado por el Baskonia, posiblemente haya llegado ya la hora de saber a sus 20 años si Ilimane Diop constituye un interesante proyecto de futuro o, por el contrario, engrosará la nutrida lista de promesas que se han quedado a medio camino. El poste nacido en Dakar, moldeado hasta la fecha por Iñaki Iriarte y reclutado en 2010 procedente del Adeje tinerfeño, sopesaba seriamente la idea de emigrar como cedido este verano de la capital alavesa en busca de minutos, pero el club se opuso a ello.

La gran duda estriba en si lo ha hecho para disponer simplemente de un cupo imprescindible a la hora de ajustarse a la reglamentación vigente o por la confianza que genera su evolución y su crecimiento como baloncestista, algo que todavía no lo sabe nadie a ciencia cierta ante lo poco que se le ha visto. El tiempo continuará jugando en su contra si su rol permanece invariable y se mantiene como una figura casi decorativa en el banquillo, aunque obviamente también existen dudas razonables respecto a la idoneidad de que su protagonismo sea mayor a las órdenes de Perasovic.

En esa incertidumbre se debate el club vitoriano, cuyas estrecheces económicas le obligan más que nunca en la actualidad a tirar de juventud pero que también debe medir hasta las últimas consecuencias la posibilidad de promocionar a un pívot con carencias evidentes y pendiente todavía de finalizar su proceso de formación. La hipótesis de apostar por el senegalés como segundo cinco podría tener sentido y lógica si el titular en cuestión es un primer espada que brinde solidez a la pintura azulgrana, pero está por ver cuál será el hombre escogido por Querejeta y el entrenador croata ante la terca certeza de que el Baskonia ya no puede acceder a las piezas más codiciadas del mercado estival.

Para muchos, el paso de Ilimane al primer plano implica una elevada dosis de riesgo. Todo corazón, pundonor e intensidad -a menudo, excesiva con el consiguiente celo arbitral-, a nadie se le escapa que todavía carece del cuerpo y físico imprescindibles para fajarse ante las grandes moles de la Euroliga. La marcha de Colton Iverson al baloncesto turco (Pinar Karsiyaka) abre, en cualquier caso, la puerta a que el africano nacionalizado eleve a partir de ahora su cuota de minutos. Quedaría también la opción de Tillie, en principio una de las piezas seguras del próximo proyecto que reúne virtudes para amoldarse a dicha posición, si bien tanto Crespi como Navarro apenas lo hicieron el pasado curso.

Tras renunciar el verano anterior a los compromisos con la selección española en aras de iniciar un trabajo de fortalecimiento físico, Ilimane está siendo uno de los pilares de Paco Redondo en el Europeo sub’20 que se celebra estos días en Italia. Eclipsado en la zona por el pujante Willy Hernangómez, su rendimiento está dejando luces y sombras en una selección que esta tarde peleará por el billete a semifinales ante Bélgica. Su juventud da pie a que sea capaz de lo mejor y lo peor.