vitoria - “Escuchar ofertas por un jugador nunca es un problema. Ninguno es insustituible”. La frase corresponde a Josean Querejeta e ilustra la diáfana mentalidad del presidente del Baskonia, siempre tan propenso a prescindir de sus grandes estrellas a cambio de ingresar fuertes sumas de dinero que permitan dar algo de oxígeno a las debilitadas arcas de un club que siempre ha precisado de operaciones de este calado para seguir subsistiendo entre los grandes. Los ejemplos en el pasado son innumerables y ningún club como el del Buesa Arena ha facturado tanto a nivel europeo por la fuga de sus mejores activos. Sin embargo, ésta es una política que únicamente puede llevarse a la práctica cuando en el escaparate figuran gangas de una indudable calidad que permitan a los grandes del Viejo Continente o incluso de la NBA volverse loco y sacar la chequera a la hora de plegarse a las exigencias del dirigente azulgrana, un duro e inflexible negociador que esta vez deberá agudizar el ingenio para que alguien pique el anzuelo ante los devaluados productos que habitan hoy en día en Zurbano.

Más necesitado que nunca en materia recaudatoria, el Baskonia se expone a vivir el primer verano en mucho tiempo sin concretar una gran venta que alivie, en parte, su maltrecha tesorería. El indicado para que la entidad alavesa mantuviera un año más su tradición vendedora no era otro que el francotirador letón Davis Bertans. De hecho, medios catalanes apuntaron incluso en febrero la posibilidad de que tuviera un preacuerdo con el Barcelona, pero su lesión en aquella velada de infausto recuerdo celebrada en marzo en el Mediolanum Forum de Milán frustró los deseos de las altas esferas. Shengelia, llegado de la NBA y sobre el que existían depositadas grandes expectativas, también era otro de los indicados para, bien este mercado estival o a lo sumo el próximo, permitir la regeneración del Baskonia, pero su discreto rendimiento en la pasada campaña ha motivado que no haya excesivos pretendientes -más bien ninguno- dispuestos a pagar un traspaso y asumir su elevada ficha. Los postores de Causeur, sin perspectivas de continuar en Vitoria más allá de 2016, tampoco parecen dispuestos a cometer locuras, con lo que el abanico se reduce a la mínima expresión.

En los últimos días, emergen dos esperanzas para satisfacer dicho objetivo. Mike James, renovado oficialmente a primeros de esta semana, se ha colocado -con el permiso del club- en el escaparate de las Ligas de Verano que abren la puerta al ingreso en la NBA. Los Suns podrían llegar a pujar por sus servicios, aunque de momento es una hipótesis bastante complicada. En el caso de Colton Iverson, sus agentes ya tienen apalabrado un acuerdo con el Pinar Karsiyaka. Si el Baskonia ejerce la opción unilateral para su continuidad, cabe la opción de que el club turco pueda abonar una pequeña indemnización por un poste que, en cualquier caso, no goza de un altísimo caché. En definitiva, un panorama bastante desalentador que, de momento, mantiene cerradas las puertas a nuevas incorporaciones más allá de la ejecutada hace semanas con la apuesta por Corbacho. Mientras los rivales directos comienzas a reforzarse de manera peligrosa, el club no emite señales de vida con el consiguiente desasosiego de una afición ávida de movimientos.