vitoria - Más allá de las dificultades que puedan sobrevenir en el parqué, el duelo de mañana sábado ante el Fuenlabrada supone, sobre todo, una prueba mental para el Baskonia. Porque el combinado vitoriano necesita superar -a ser posible con nota- varios exámenes de actitud en su visita a la siempre complicada pista del Montakit. Una dificultad que no merma en exceso pese a que el combinado madrileño sea el farolillo rojo de la clasificación. Pero, si no es capaz de salir airoso del trance, el plantel de Ibon Navarro puede comenzar a despedirse de su sueño de asaltar en este tramo final de la temporada regular la cuarta plaza que le ofrezca un mejor escenario en los cercanos play off.
El primer problema que tendrá que resolver el Laboral Kutxa es precisamente el escenario de la contienda, a trescientos kilómetros de distancia del Buesa Arena. Si en el pabellón de Zurbano acostumbra a ofrecer su mejor versión, lejos de él arrastra desde el comienzo del curso lo que podría considerarse un grave caso del síndrome del viajero. Una dolencia que le ha convertido en una sombra de sí mismo en infinidad de compromisos y que le lleva a presentar un paupérrimo balance de resultados como visitantes. Con tres únicos triunfos fuera de casa en la ACB, el equipo muestra en este apartado unas cifras propias de los candidatos al descenso y está obligado a dar un golpe de timón de inmediato.
Aunque es verdad que los indicios más recientes -en sus tres últimas salidas el conjunto azulgrana ha sumado dos victorias (ante Gipuzkoa y Sevilla) y únicamente presenta el lunar de Tenerife- apuntan a un inicio de cambio de rumbo positivo, necesita corroborarlo en Fuenlabrada y terminar de ahuyentar los fantasmas que le han acompañado durante todo el curso.
A priori no parece excesivamente complicado puesto que el adversario es el último clasificado de la tabla. Sin embargo, el más mínimo exceso de confianza podría pagarse muy caro en un escenario que sigue conservando buena parte de sus amenezas. Porque es ahí precisamente donde el Montakit ha sumado cinco de sus siete triunfos hasta el momento y donce es capaz de mostrar sus mejores argumentos. Cualquier escuadra con un mínimo de experiencia en la ACB sabe de sobra que la visita a la localidad madrileña supone enfrentarse a una encerrona en la que hay exhibir una buena dosis de caracter y fortaleza mental para no ser superado. De hecho, el Baskonia ha experimentado en varias ocasiones con anterioridad esa dolorosa sensación. Sin ir más lejos, la pasada campaña, cuando cayó 74-73 en la última jornada de la primera vuelta.
Así pues, ese debe ser el primer paso a dar por los de Ibon Navarro. Pero no el único. Porque también tendrán que demostrar que son capaces de soportar la presión que implica pelear por la cuarta plaza y saber que no pueden cometer nuevos errores si desean mantenerse vivos en esa lucha.
Una hora antes del inicio del encuentro de Fuenlabrada, habrá dado comienzo el choque que medirá al Valencia con el Manresa. El cuadro de la Fuente de San Luis, que ejercerá como local, se perfila como el principal rival para llegar hasta la cuarta posición y, en teoría, no debería tener problemas para deshacerse de los de Jaume Ponsarnau. Así pues, el Baskonia afrontará el tramo final de su choque sabiendo el resultado de su predecesor en la tabla que, más que probablemente, habrá sumado un triunfo más. Una presión que debe evitar por todos los medios que le afecte de manera negativa.
La otra cara de la moneda en esta particular carrera por alcanzar el mejor puesto posible a la conclusión de la fase regular la representa el Bilbao Basket. Los de Sito Alonso afrontan el domingo una complicadísima visita al Real Madrid y, en el caso de derrota, podrían ver cómo el Valencia y el propio Laboral Kutxa le igualan a dieciocho victorias.
Son muchas, por lo tanto, las cosas que están en liza en el choque de mañana y la plantilla azulgrana es consciente de ello. “Hemos jugado en campos muy duros a lo largo de la temporada y tenemos que preparar muy bien este partido e intentar volver a ganar. Sabemos que ellos van a ser muy agresivos y duros porque se juegan mucho pero nosotros también nos jugamos mucho y vamos a darlo todo para conseguir la victoria. La cuarta posición es posible pero tenemos que tratar de sacar nuestros partidos y centrarnos cada semana en el siguiente”, resumió el pívot estadounidense Colton Iverson.