Vitoria - La endiablada velocidad de crucero que tiende a fijar el baloncesto continental impide muchas veces analizar con perspectiva los encuentros con el afán de establecer después mecanismos de mejora. Esto ocurre de manera habitual cuando se simultanean varias competiciones al mismo tiempo -léase Liga y Euroliga, con dos partidos por semana, a veces con apenas 24 de diferencia- y sobre todo cuando se producen derrotas tan dolorosas e inexplicables como la que, por ejemplo, sufrió el Laboral Kutxa el jueves en la última jornada del Top 16, donde lo tenía todo a su favor para sellar el pase a cuartos y decidió echarlo todo por la borda de un modo que aún continúa siendo una incógnita para el propio vestuario, el entorno y la afición.
Sea como fuere, y en la búsqueda de ese tipo de argumentos razonables que puedan ayudar a entender lo ocurrido, el débil papel de Baskonia como visitante en la presente temporada podría ser uno de esos indicativos para referenciar los hechos. Y es que la derrota ante Unicaja no fue sino el fiel reflejo del transitar vitoriano por la Euroliga, competición en la que se ha mostrado como un equipo con dos perfiles claramente diferenciados.
En los partidos disputados en el Buesa Arena, al abrigo de su afición, la cancha alavesa ha sido casi inexpugnable. De una docena de encuentros solo se escaparon tres: ante el Estrella Roja de Belgrado en la fase regular -que provocó además la fulminante destitución de Marco Crespi y la llegada de Navarro al banquillo-, y ante el Anadolu Efes y el CSKA de Moscú en el Top 16. Sin embargo esta fortaleza como local quedaba difuminada en los desplazamientos, hasta el punto de convertir al Baskonia en un equipo vulnerable en todos los flancos. Su balance como visitante fue de solo dos triunfos, uno en la fase regular y otro en el Top 16, curiosamente los dos en Estambul. Ganaron los de Navarro al Galatasaray (82-89) y a Efes (84-87), saldándose el resto de visitas con derrotas más amplias o más ajustadas y con algunos partidos que tras estar encauzados, como en Nizhny, se terminaron por perder (89-85) - A.G./Efe