Con el semblante propio del palo recibido ayer en Málaga compareció Ibon Navarro en rueda de prensa para valorar un partido que justificó en el agarrotamiento de sus jugadores, algunos de los cuales, recoció, “no han jugado un partido de este nivel en su vida”. En este sentido, el vitoriano insistió en ese agarrotamiento y en un hecho tan extraño como el del cambio de rol en el juego de algunos de sus hombres. “Hoy ha habido jugadores que han querido hacer un juego diferente al suyo y nos hemos equivocado”. A ese capítulo de errores añadió también Navarro el cúmulo de pérdidas -de las diez registradas en todo el partido ocho fueron en la primera parte-, la falta de ritmo por “no haber corrido tanto como nos gusta” y la falta también del acierto exterior necesario ante un rival como el de ayer. “Necesitábamos ese acierto para competir y sin él es complicado ante un equipo tan físico como Unicaja. Y sin un reproche explícito a su equipo, Navarro concluyó: “No ha sido un problema de deseo, que era máximo, sino más bien lo contrario. Hemos buscado un juego que no era el nuestro”. - A. Goñi