Vitoria - Para cuando el balón sea lanzado al aire sobre el parqué del Martín Carpena, el Laboral Kutxa ya sabrá si juega una auténtica final o un mero partido de trámite. El todo o la nada estarán en juego esta noche para el Baskonia en Málaga, pero todo pasa por Estambul. La inexplicable decisión de la Euroliga de no unificar horarios en la última jornada del Top 16 propiciará que la tensión baskonista comience a las 19.00 horas en el lejano Ülker Sports Arena. Una victoria del Efes provocaría que el último compromiso de la actual fase perdiese toda su trascendencia. En cambio, el triunfo del Fenerbahce abriría al equipo de Ibon Navarro de par en par la posibilidad de regresar a la élite continental. Para eso, el Baskonia necesitaría una victoria en Málaga que le permitiese deshacer el actual empate con el Efes que se resuelve a favor del cuadro de Dusan Ivkovic por el basket average particular.

Poco puede hacer el Laboral Kutxa en ese duelo entre enemigos acérrimos, así que esa hora y tres cuartos previa al partido contra Unicaja será de una tensión máxima con el seguimiento del partido del que el equipo vitoriano depende para mantener vivas sus aspiraciones. A partir de ahí, en caso de derrota del Efes, llegará el momento de hacer valer ese regalo en bandeja para confirmar el retorno al grupo de los mejores de Europa, con un duelo con el Real Madrid en el horizonte.

La cuenta baskonista es clara en caso de derrota del rival turco, ya que solo la victoria deshace el empate de manera favorable. Y, aunque Unicaja no se juegue absolutamente nada, no será para nada sencillo ganar en el desplazamiento a la capital de la Costa del Sol. La hoja de servicios del Laboral Kutxa como visitante esta temporada presenta unos registros que asustan por lo malo. Solo cuatro victorias en veinticuatro desplazamientos. La quinta muesca es obligada ante el equipo de Joan Plaza, que si bien ha rendido por debajo de lo esperado en la Euroliga, en la Liga ACB comanda la clasificación con mano de hierro desde hace meses.

Con la consabida baja del lesionado Davis Bertans, Ibon Navarro espera que Colton Iverson pueda jugar a pesar de arrastrar un fuerte golpe en un gemelo que le ha impedido hacer los últimos entrenamientos. También se producirá esta noche el regreso definitivo de Tornike Shengelia, entrando y saliendo del equipo durante el último mes, pero ya listo para las dos competiciones tras cumplir su sanción en la ACB. Todas las manos serán necesarias para superar a un equipo que, por su estilo, se le da muy mal al Baskonia.

Y es que, mientras que el Laboral Kutxa presenta una gran dependencia de su acierto ofensivo, que le lleva a aplicarse mucho mejor atrás, el Unicaja es el ejemplo más fiel de un equipo construido en base a su fortaleza defensiva. Así suelen ser los equipos de Joan Plaza, que ahogan el juego de los rivales obligándolos a jugar muchas posesiones en estático. Precisamente, el punto débil del conjunto de Navarro, que disfruta en el campo abierto y las transiciones rápidas.

En poco menos de cuatro horas, el Laboral Kutxa se juega el todo o la nada en un partido de dos partes, la primera en Estambul y la segunda en Málaga, que definirá su futuro en la Euroliga.