santa cruz de tenerife - A lo largo de la historia moderna del Baskonia se han sucedido los episodios en los que sus diferentes entrenadores han sacado todo su carácter para protagonizar comparecencias públicas que permanecen durante muchos años en la historia de los aficionados y, sobre todo, de sus discípulos, receptores habitualmente de los dardos verbales de sus entrenadores. Pues bien, al mediodía de ayer en Tenerife, Ibon Navarro demostró que ha aprendido de sus predecesores y se puso a la altura de nombres tan importantes -en este aspecto y en el de éxitos conseguidos- como Manel Comas o Dusko Ivanovic (por citar únicamente a los más representativos.

Después de asistir desde la banda al bochornoso espectáculo ofrecido por el Laboral Kutxa durante los cuarenta minutos de la contienda, el vitoriano no se mordió la lengua y en su análisis del duelo se despachó a gusto. “Primero quería felicitar al Canarias por su más que merecida victoria y, en segundo lugar, pedir perdón por la falta de respeto general que hemos tenido. A la gente que ha venido aquí, a nuestra afición, a todos los que están detrás nuestro en el club y a nuestra profesión”, espetó.

Si duro fue este arranque, no lo fue menos la continuación. “Lo que hemos hecho es absolutamente inaceptable. No se trata de falta de energía ni de talento ni de cansancio. Se trata de respetar un poco más nuestra profesión, nuestro trabajo diario y lo que representamos. Siempre se puede perder porque esto es un deporte pero lo que no puede haber es la falta de respeto que hemos tenido”, insistió.

En este sentido Ibon Navarro dejó bien claro que no está dispuesto a volver a tropezar de nuevo con esta misma piedra. “Tengo claro que esto no se va a repetir nunca más. Hoy -por ayer- no hemos hecho nuestro trabajo, ni tan siquiera lo hemos intentado y por ahí si que no voy a pasar”, advirtió.

Ý, a renglón seguido, anunció la primera medida para tratar de evitarlo. Así, aunque sin llegar a concretarlo de manera explícita, desveló la inmediata adopción de medidas disciplinarias. “A primerísima hora de mañana -por hoy lunes- el equipo va a estar en las oficinas del club para tratar de empezar a pedir disculpas por lo que hemos hecho”, señaló. El hecho de que la cita sea en los despachos y no en la pista -un cambio de escenario nada casual evidentemente- deja claro que la plantilla va a recibir un toque de atención serio tanto por parte del técnico como del propio club.