Vitoria. No está siendo un año sencillo para el Baskonia, lastrado desde el arranque por la deficiente configuración de la plantilla que le obligó en la recta final del pasado curso al relevo en el banquillo, con la salida del técnico Marco Crespi y la llegada de Ibon Navarro.

Llegó después una catarata de fichajes para solventar las lagunas que dejó en el equipo la salida de jugadores como Orlando Johnson, Ryan Gomes, Sasha Vujacic y la llegada de Mirza Begic, Mike James, Darius Adams y Ben Hansbrough.

Este incesante trasiego ha tenido su reflejo sobre la pista con un pobre balance de solo un triunfo logrado por el Baskonia fuera del Buesa Arena.

Todo eso ha llevado a que los vitorianos no podrán jugar la Copa del Rey después de 18 años de presencia ininterrumpida y que hasta la jornada 20 no fueran capaces de asomar la cabeza entre los ocho primeros clasificados y los puestos que dan derecho a jugar los play offs.

Ahora quedan las diez jornadas finales en las que deben apuntalar su puesto en los lugares de privilegio y aspirar a concluir en la quinta plaza, que ahora tiene el Joventut y que cuenta con dos victorias más que los vitorianos.

La lucha va a ser cerrada por ese objetivo en el que hay hasta media docena de equipos implicados y con un margen de solo dos partidos, lo que supone que el Baskonia ya no puede tener más tropiezos.