Vitoria - A Ibon Navarro se le vio ayer extremadamente enfadado en el banquillo con algunos de los errores de sus jugadores sobre la cancha y mostró también su malestar por el global de un partido en el que dejó claro que el Laboral Kutxa, con semejantes fallos, no hizo lo suficiente para llevarse la victoria tras dominar durante casi todo el partido.

El técnico baskonista cargó sus tintas, principalmente, en la falta de templanza a la hora de tomar decisiones en ataque y también en la mala defensa de los minutos finales: “Hemos tenido momentos en los que no hemos sabido leer cómo estaba el partido y el marcador y coger el ritmo que más nos convenía. En el último cuarto nuestro nivel defensivo ha sido lamentable. Hemos concedido muchos puntos con triples que no había que dejar, el rebote defensivo no lo hemos conseguido asegurar para poder mantener el control del partido... No nos hemos merecido ganar este partido porque no hemos dado un nivel aceptable”.

El enfado del técnico vitoriano con la mala defensa era enorme, pero no menos enfadado se encontraba con las múltiples pérdidas de balón en acciones de escaso compromiso que condujeron al Nizhny a remontar en unos minutos finales nefastos para el Laboral Kutxa.

“Para ganar un partido de este nivel en Euroliga, y más fuera de casa, hay algunas cosas que hay que controlar siempre. Una de ellas son las pérdidas y, en este caso, no puede ser que los bases, aunque no son los únicos culpables de esto tengan el mismo número de asistencias que de pérdidas. Hay dos o tres balones perdidos en el último cuarto que nos han matado y han sido prescindibles, no forzadas, solamente de falta de concentración, de falta de dureza, de no esperar que nos van a presionar... Son cosas que te las da la madurez y no la tenemos”, incidió.

De nuevo, los dos bases y sus malas decisiones en las últimas posesiones en el ojo del huracán en los que se ha convertido en un debate constante en unos finales apretados en los que el Baskonia casi nunca toma la mejor decisión. “Sabemos lo que queremos hacer, pero no lo hacemos. A veces pedimos hacer un tiro cuando quedan cinco segundos y lo hacemos cuando van cinco segundos y, aunque lo metamos, es un mal tiro. Nos cuestan estas cosas porque nuestros bases tienen una características muy buenas para estas cosas y no tanto para otras. Tenemos que enseñarles porque son nuestros jugadores y lo que no vamos a hacer es matarlos. Si mejoran ellos, mejoraremos todos”, concluyo un Ibon Navarro que pese al varapalo de ayer no pierde la esperanza todavía.