Vitoria - El Fenerbahce opositará definitivamente al primer puesto del grupo F del Top 16 después de amargar ayer contra todo pronóstico el debut de Andrei Kirilenko en el CSKA. La presencia del mediático jugador ruso, recién llegado a la capital moscovita tras ser cortado por los Sixers en la NBA, no sirvió de acicate para su equipo y los turcos se llevaron una victoria de oro que terminó adquiriendo un valor doble. No sólo sorprendieron a un rival directo en la pelea por la atalaya del lote y le igualaron a triunfos en el segundo puesto de la tabla, sino que enjugaron el adverso average de la ida al llevarse el gato al agua por seis puntos (75-81). Cabe recordar que en Estambul el CSKA había ganado por tres (81-84) en la prórroga.
Un error de principiante de Milos Teodosic, que al cometer su quinta falta dentro del último minuto, enloqueció, insultó a un colegiado y recibió una técnica descalificante propiciando cuatro tiros libres consecutivos para Nemanja Bjelia, marcó el devenir de un partido muy intenso y táctico en el que el Fenerbahce evidenció que es un serio candidato a la Final Four de Madrid. El conjunto turco metió el miedo en el Universal Sports Hall desde el salto inicial gracias a un parcial de 0-10 y amasó cómodas rentas hasta el intermedio.
El CSKA protagonizó un conato de remontada en el tercer cuarto, pero finalmente no pudo despojarse de los pegajosos grilletes visitantes. Kirilenko acusó su inactividad, ya que tan solo firmó 2 puntos y 1 asistencia en los poco más de cinco minutos de juego que le concedió Dimitris Itoudis.
En el otro partido de anoche, el Unicaja de Málaga lo intentó por todos los medios pero salió derrotado en su visita al Olympiacos (77-72), por lo que queda virtualmente eliminado de la máxima competición continental tras presentar una única victoria después de ocho partidos.
El equipo de Joan Plaza fue mejor durante la primera parte y llegó a mandar en el marcador 22 minutos, dos más que su rival. Sin embargo, su nefasta estadística en el rebote ofensivo le acabó pasando factura ante un Olympiacos que celebró por todo lo alto su partido 500 en la Copa de Europa. Para colmo, Spanoulis entró en los libros de historia al convertirse en el tercer máximo asistente de la competición. El base griego hizo cuanto quiso en el último cuarto y minimizó las armas malagueñas, sobre todo tras error de Stefansson que pudo haber igualado la contienda. Al final, el partido terminó como comenzó, con un triple de Vasileiadis que sólo sirvió para maquillar la estadística y certificar el adiós de Unicaja a la Euroliga. - DNA/E.P.