vitoria - El pasado domingo, el maestro serbio de Anadolu Efes lograba ampliar su glorioso palmarés al vencer en la final (70-60) de la Copa de Turquía al eterno Fenerbahçe de su pupilo Zeljko Obradovic. Una final en la que el ex baskonista Thomas Heurtel fue elegido además MVP merced a los 12 puntos y seis asistencias que llevaron su firma y donde Efes pudo celebrar un título nacional después de seis años de sequía en esta competición. Otra muesca más del buen hacer de Duda Ivkovic, al mando de este histórico club otomano con 71 años desde el pasado verano, cuando se comprometió justo dos temporadas después de haber llevado a Olympiacos a ganar su segunda Euroleague en aquella inolvidable Final Four que tuvo lugar precisamente en Estambul. Ivkovic, que acumula cinco décadas de éxitos en los banquillos de los conjuntos más laureados de Europa, asumía el pasado verano un nuevo reto personal y profesional en un club que hasta el momento ha sido el único representante turco en disputar una Final Four, la de 2000. Sin embargo desde entonces, todos y cada uno de los proyectos impulsados para recuperar el prestigio han fracasado, como le sucede a su máximo rival nacional, el Fenerbaçe Ulker del discípulo Obradovic.
La Copa turca supone el título número 19 en la carrera de Ivkovic desde que inició su carrera en el Partizan de Belgrado en 1978. Antes llegó a tener una modesta pero duradera etapa como jugador en la liga yugoslava, donde ejerció de base durante diez temporadas en el Radni?ki de la capital serbia, club en el que se inició junto a su hermano mayor Slobodan, quien le inculcó su afición por este depotrte, Desde entonces los éxitos de Ivkovic no tardaron en llegar en conjuntos como Partizan, Aris de Salónica, PAOK, CSKA, Dynamo de Moscú y Olympiacos. En todos ellos conquistó sus respectivas competiciones nacionales pero también cabría destacar las dos ediciones de la Copa Korac que sumó al mando de Partizan y PAOK, la Recopa de Europa con el AEK y, especialmente, sus dos Euroligas con Olympiacos en diferentes etapas: la primera en 1997 ante el Barça en Roma y la segunda en Estambul en 2012 ante un CSKA que se veía ganador con rentas de 20 puntos a su favor mediado el tercer choque. Especialmente en esta edición, Ivkovic forjó su ya exitosa historia al frente de un equipo que no tenía ni el presupuesto ni la calidad de los jugadores que tuvo en su primera etapa. Así y todo fue capaz de establecer un estilo de juego coral bajo la indiscutible batuta del genio Vassilis Spanoulis, al que rodeó de gregarios de lujo como Georgios Printezis y Kostas Papanikolaou, que siempre estuvieron reforzados por el poderío físico de los americanos Kyle Hines, Joey Dorsey y Acie Law. Sin olvidar, por cierto, la irrupción del cuatro macedonio Pero Anti, que fue rescatado por el veterano entrenador. Tras sorprender al F.C. Barcelona y CSKA en la final, Ivkovic dejó el equipo, que un año después reeditó el mismo éxito continental esta vez bajo la batuta del que había sido su asistente, Giorgos Bartzokas.
Campanada DEL tau en moscú El mismo estilo y la misma filosofía que ahora el Maestro trata de implantar de nuevo ahora en Efes. El zorro Ivkovic, uno de los 50 hombres más importantes de la historia del baloncesto en Europa, afronta su último gran reto profesional y ya se ha cobrado su primera Copa. No fue hasta la temporada 99/00 cuando el Baskonia se enfrentó a un equipo entrenado por Ivkovic, entonces en el AEK de Atenas. Fue en la Copa Saporta y el conjunto griego apeó a los de Julio Cesar Lamas en octavos de final. Esa campaña, el equipo ateniense se proclamó campeón de la segunda competición europea tras batir a la Kinder Bolonia en la final. Un año después, y tras la reciente creación de la nueva Euroliga, ambos clubes se cruzaron al mejor de tres encuentros para decidir qué equipo pasaría a la final de la Euroliga, sin el tradicional formato de la Final Four. Ivkovic fue testigo directo de la recordada y accidentada serie entre Baskonia y AEK en la que se disputaron hasta cuatro partidos, incluido aquel que se tuvo que repetir tras el polémico final del choque que abrió la serie en el OAKA con la canasta ganadora de Dikoudis fuera de tiempo pero sí autorizada por el árbitro croata Danko Radic ante la perplejidad de la expedición azulgrana. Aquella noche mágica de Stombergas en el segundo choque y el triunfo vitoriano en el último encuentro en el Buesa Arena llevaron a Ivkovic a reconocer caballerosamente la superioridad baskonista y a alabar el trabajo realizado por su compañero Ivanovic. Al año siguiente, el veterano entrenador abandonó Grecia para iniciar su periplo por el baloncesto ruso en el CSKA (2002-2005), al que volvió a clasificar para la FF después de su modesta trayectoria continental desde la desintegración de la Unión Soviética. Ivkovic fue el artífice de la reconstrucción del imponente club rojo, coincidiendo con los últimos años de vida de Alekxander Gomelsky. Una trayectoria que no pudo concluir con el final deseado, ya que CSKA, que aquel año era el anfitrión, no logró el cetro continental a pesar de que era el máximo favorito. Fue el Tau Cerámica el rival que esfumó inesperadamente las esperanzas rusas en el inmenso y acondicionado estadio Olympsky de Moscú. El equipo alavés dirigido por Dusko Ivanovic batió a su rival por 78-85. Esta derrota formaba parte ya de la rivalidad europeo que comenzaba a escribir baskonistas y rusos, que propició además la salida del histórico coach balcánico.
camada espectacular Ivkovic fue el entrenador de la última y gran selección de Yugoslavia. Comenzó primero como asistente en 1986 del histórico Kresmi Cosic, año en el que quedaron terceros en el Mundial de disputado en España, el mismo puesto que ocupó en el Eurobasket de 1987 disputado en Grecia. Fue un año después con la celebración de los Juegos Olímpicos de Seúl cuando Ivkovic se hizo cargo de un combinado yugoslavo lleno de jóvenes talentosos procedentes de la Jugoplastika como Tony Kukoc o Dino Radja, que convivieron con veteranos como Zeljko Obradovic y Zoran Cutura y líderes como Drazen Petrovic, Vlade Divac y Stojko Vrankovic. Yugoslavia jugó la final olímpica ante la mejor URSS de toda su historia (Sabonis, Mar?iulionis, Volkov, Kurtinaitis...), que se impuso al combinado plavi 63 a 76.
Tras quedarse a un peldaño de subir a lo más alto del podium durante esos años, Yugoslavia cerró su historia como selección durante el trienio 1989-1991. La Reprezentacija se hizo con el Eurobasket celebrado en Zagreb en el verano de 1989 al superar a Grecia en la Final y el Mundial de 1990 disputado en Argentina también pasó a la historia como uno de los grandes hitos del baloncesto yugoslavo. De nuevo la final fue ante la URSS de Gomelsky y esta vez sí hubo revancha. El duelo entre técnicos se lo llevó Ivkovic, que lograba su primer mundial. Llegaría después la Guerra de los Balcanes, el veto internacional, el Eurobasket de Barcelona, el Mundial de Grecia y la vuelta a la selección plavi entre 2008-2013. Domó así los egos y las polémicas de un conjunto talentoso pero intermitente y así, en 2009, los de Ivkovic fueron medalla de plata en el Eurobasket de Polonia al caer ante España 85-63.