vitoria - Todavía queda lejos la celebración de un derbi de alto voltaje y siempre morboso. Está fijado para dentro de doce días en el bullicioso recinto de Miribilla e incluso el Baskonia puede abrir de par en par 48 horas antes en Estambul la puerta hacia los cuartos de final de la Euroliga ante el Anadolu Efes, pero su importancia resultará capital para el devenir de los alaveses en lo que resta de fase regular de la ACB. El domingo 1 de marzo, aguardará el Bilbao Basket en una jornada decisiva que aclarará definitivamente si el pujante conjunto dirigido por Ibon Navarro está en condiciones de asaltar la anhelada cuarta posición y, por ende, la ventaja de campo en la primera eliminatoria de cuartos correspondiente al play off por el título.
Ambos contendientes se encuentran separados ahora mismo por cuatro victorias en la clasificación, pero aún deben descontarse muchas jornadas del calendario y cabe la posibilidad de que se compriman en un pañuelo viendo el desigual calendario de unos y otros. Si el Laboral Kutxa se impone en territorio comanche, habrá dado un paso de gigante y allanado un camino que, en cualquier caso, todavía se presenta repleto de espinas. El terreno concedido durante una fatídica primera vuelta ha sido desmedido con la consiguiente frustración de su exclusión de la Copa del Rey dieciocho años después. De ganar, eso sí, los azulgranas quedarían siempre por delante de los pupilos adiestrados por Sito Alonso en caso de un hipotético empate tras su victoria (86-74) de la ida en el Buesa Arena.
Lo cierto es que el Baskonia, séptimo en la actualidad y en clara línea ascendente pese al decepcionante juego desplegado en el Nou Congost de Manresa, tiene muy poco margen de error ya para escalar posiciones y evitar un cruce mortal de necesidad a las primeras de cambio. De los adversarios susceptibles de ser alcanzados, todavía figuran por delante suyo el Valencia Basket, el Joventut y el propio Bilbao con una, tres y cuatro victorias de diferencia, respectivamente.
Puede parecer mucho sobre el papel, pero en la práctica no lo es tanto a la vista del elevado número de victorias que debería subir a su casillero el cuadro vitoriano. De los grandes, ya sólo deberán desfilar por Zurbano el Valencia y el Real Madrid, además del Andorra, Joventut, CAI y Murcia. Por contra, las asequibles salidas pendientes tendrán lugar, además de Bilbao, a Donosti (Gipuzkoa Basket), Tenerife, Sevilla, Fuenlabrada, Madrid (Estudiantes) y Santiago de Compostela (Rio Natura Monbus).
Ninguno de esos partidos tiene, a priori, la consideración de inalcanzable por motivos obvios. Mucho más tras los progresos que está experimentado el plantel azulgrana, cuyos grados de confianza y solidez han subido bastantes enteros tras la atinada reconstrucción navideña. Por ejemplo, el Bilbao Basket aún debe medirse a todos los gallos de la competición. En la zona noble del Buesa Arena, se espera que las elevadas prestaciones tanto de los vizcaínos como del Joventut -ambos con un potencial inferior al Laboral Kutxa- desciendan bastantes enteros a partir de ahora e impere una lógica que hasta la fecha ha brillado por su ausencia por los sonados deméritos alaveses.
De perder en Bilbao, sin embargo, ya no quedaría ninguna duda acerca de que el primer cruce del play off al mejor de tres partidos se produciría con la desventaja de campo. Y eso será algo altamente peligroso con independencia del rival.