vitoria - Como la mayoría de los equipos de la Euroliga, donde no abundan los pívots determinantes que marquen en la diferencia en las inmediaciones del aro, las grandes amenzas del Emporio Armani residen en su juego exterior. La compulsiva capacidad anotadora, el físico y la envergadura de hombres como Hackett, Brooks, Moss o Gentile mantienen en alerta a Ibon Navarro, consciente de que los livianos escoltas y aleros del Baskonia deberán hacer un sacrificio defensivo a la hora de minimizar su aportación.
“Lo que tenemos que hacer mañana -por hoy- es responder al nivel físico que tiene el Armani, sobre todo en el perímetro. Todos miden 1,94 metros, salvo Ragland, y su base (Hackett) mide dos metros. Ya vemos entonces dónde podemos sufrir los problemas. Nos gustaría que fuese un partido abierto en lo que se refiere al ritmo. Poseen un juego interior de sus exteriores al que no estamos acostumbrados”, advirtió precavido el preparador vitoriano en alusión al músculo de los fornidos estiletes en manos de Luca Banchi.
Cuando todavía no se han apagado los ecos de su excelsa actuación ante el Barcelona, el conjunto vitoriano encara un exigente compromiso para corroborar los progresos atisbados en las últimas semanas y seguir vivo en la Euroliga. A juicio de su máximo responsable técnico, el Laboral Kutxa ha mejorado recientemente en aspectos como “la asimilación de conceptos, el esfuerzo en el uno contra uno, el balance defensivo y en ser conscientes de que somos un equipo que nos tenemos que hacer grandes”.
Hecho lo más difícil, esto es dar con la tecla de la reacción tras la atinada reconstrucción navideña y competir con mucha dignidad ante varios colosos del Viejo Continente como el CSKA, el Olympiacos, el Efes, el Barcelona o el Real Madrid, no hay margen para caer en la autocomplacencia y sí para confirmar que la mejoría no es flor de un día. Por ello, Navarro colocó alto el listón de la exigencia al aseverar que “queremos tener posibilidades hasta el final del Top 16 y dejar escapar victorias ahora en casa nos puede pesar en un grupo que va a estar igualado hasta el final”.
Con un segundo triunfo en el zurrón tras el sellado de forma angustiosa ante el Nizhny, la tropa azulgrana vería elevada su moral para romper su asignatura pendiente en la presente campaña. “Todos conocemos el nivel del equipo en casa. Hemos competido y hemos ganado. El siguiente paso es hacer lo mismo fuera de casa”, recordó.