Ante un paupérrimo Baloncesto Sevilla que se convirtió en el rival propicio para garantizar el espectáculo al aficionado por su extrema candidez defensiva, James se mostró algo más contenido y comedido que su compatriota. Adams, que compareció de inicio debido a un error a la hora de dar los jugadores a la mesa, irrumpió al comienzo del segundo cuarto cuando el destrozo en el marcador ya era una evidencia. Poco tardó el pequeño base de Illinios en asumir responsabilidades ante el aro rival y sumarse a la fiesta. Eso sí, lo hizo de una forma desmedida y ejecutando más tiros de los necesarios. Tuvo suerte desigual desde los 6,75 metros, ya que sólo convirtió dos de sus seis intentos.
Bajo su mandato, el Laboral Kutxa se movió a un ritmo vertiginoso. Las posesiones duraron casi siempre muy pocos segundos y los contragolpes se sucedieron a una velocidad endiablada. También se mostró Adams rápido de manos para robar algún balón al base rival. Si algo le sobró fue descaro, determinación y confianza en sus propias posibilidades. Al ex del Nancy no le tembló el pulso para lanzar los primeros balones que cayeron en sus manos. En un partido plácido como el de ayer, este hecho queda en una anécdota. Sin embargo, su alocada batuta puede ser mortal de necesidad en una jornada donde el oponente de turno esgrima otra solidez y obligue al Baskonia a tirar de juego colectivo para su supervivencia. De momento, las credenciales con las que ha llegado al Buesa se cumplieron punto por punto en su primera aparición. Ibon Navarro simultaneó la presencia de los dos estadounidenses en el epílogo para que el ritmo fuera mucho más frenético.
Dos hermanos juntos. Ibon Navarro tuvo el detalle de hacer coincidir a Ilimane y Mamadou Diop sobre la cancha durante el último minuto y medio del partido. Juan Pedro y Carlos Cazorla fueron los últimos azulgranas que ostentaban dicho honor.
El Baskonia dio una exhibición coral ante los andaluces. Salvo Mamadou Diop, todos los peones de Ibon Navarro consiguieron estrenar su cuenta anotadora. Los máximos encestadores fueron San Emeterio y Shengelia, ambos con 16.