Vitoria - No se le presentaba una jornada fácil a Ibon Navarro en la posición más importante del baloncesto. Thomas Heurtel enfermo, Doron Perkins con los dos pies fuera del club y Mike James recién aterrizado. Precisamente, el último en llegar fue el elegido por el técnico vitoriano para llevar los mandos del Laboral Kutxa de inicio y el base evidenció que tiene una capacidad anotadora muy importante. Eso sí, a la hora de la verdad el preparador baskonista recurrió a la dirección de un Heurtel que, muy mermado físicamente, tuvo la templanza necesaria para guiar al equipo hacia la victoria en la segunda parte.

Arrancó James en el quinteto inicial y en las primeras acciones en ataque se dedicó a no cometer errores, mientras que en defensa mostró una buena predisposición y mucha actividad con las manos, lo que unido a su bajo punto de gravedad le generó bastantes problemas a Nemanja Nedovic. Pese a ello, el serbio hizo mucho daño con el lanzamiento exterior al igual que todos sus compañeros en un Valencia que durante la primera parte se agarró el partido con ese gran acierto desde la línea de 6,75 metros. El nuevo base baskonista se fue al banquillo a los cinco minutos penalizado por dos faltas personales y un tanto enfadado porque el rasero arbitral no fue el mismo con su figura.

Tras ese juego comedido en el primer acto -solo realizó un lanzamiento-, en el que se dedicó sobre todo a hacer circular el balón, en su entrada en el segundo cuarto destapó su versión anotadora. Un triple, una complicada canasta dentro de la pintura después de haber roto a su par en el uno contra uno y un nuevo acierto desde el exterior para completar una serie de ocho puntos consecutivos. Tiró James del Baskonia durante los cinco minutos que estuvo sobre la cancha exhibiendo su poderío anotador, aunque cuando se soltó también le faltó un poco de pausa para atacar con un poco más de tranquilidad al mismo tiempo que mantenía su particular pelea con unos colegiados que permitieron el contacto por parte de los bases del Valencia en sus intentos por frenar al base del Laboral Kutxa. En diez minutos, 8 puntos y una recuperación para una valoración de 4 y un bagaje positivo del Baskonia con él en cancha de +5.

En la segunda parte apenas dispuso de tres minutos en el inicio de un tercer cuarto en el que el equipo estuvo muy atascado en ataque y el base no encontró soluciones. A partir de ese momento, hizo su aparición en escena un Heurtel que en plan Cid Campeador hizo uno de sus últimos servicios al Baskonia. En su juego, nada agresivo en ataque y sin forzar en el uno por uno, evidenció que se encontraba enfermo. Cuerpo ardiente, pero cabeza fría en la toma de decisiones para firmar una dirección de juego sólida, tratando de buscar siempre las mejores soluciones y dejando alguna asistencia antológica y puntos determinantes desde el tiro libre, mientras que su relevo, James, hacía piña en el banquillo celebrando la victoria.