vitoria - El Baskonia, inestable y sometido a toda clase de vaivenes desde las altas esferas con una frenética espiral de cambios, cabalga con un desigual estado de necesidad en la Euroliga y la ACB. Si este viernes dispone del primer match ball con el fin de rematar su ansiado pase al Top 16 ante su bestia negra del Valencia Basket, le resta todavía una odisea para culminar su presencia en el torneo del K.O. en el Gran Canaria Arena en febrero del año que viene. Las urgencias son máximas en los dos frentes, pero no cabe duda de que las apreturas son a estas alturas mayores a nivel doméstico tras haberse reducido el margen de error hasta la mínima expresión.
Fuera de las fronteras, el Laboral Kutxa ha sabido enderezar el rumbo tras dos victorias consecutivas ante el Olympiacos y el Galatasaray que le dejan a un suspiro de satisfacer el primer gran objetivo de la campaña. Ganando a los levantinos y quitándose de paso el mal sabor de boca del aciago encuentro del domingo en la Fonteta, se hará realidad un año más la continuidad entre la flor y nata continental. Algo que tras la dolorosa derrota ante el Estrella Roja y la posterior destitución de Marco Crespi, comenzaba a teñirse de sombras.
Sin embargo, todo el trabajo no está completado. A los vitorianos únicamente les hace falta una victoria más en las dos jornadas restantes para clasificarse matemáticamente. Si sucumbe ante los pupilos adiestrados por Perasovic, eso sí, se plantaría en el peor escenario posible: jugárselo todo a una carta el viernes 19 ante el Estrella Roja en el infierno del Kombank Arena.
Con todo, hay una rendija para la esperanza si se pierden los dos últimos compromisos. En ese supuesto, también podrían salir las cuentas en función de otros resultados factibles. La premisa es que al término de la primeras se registre un doble, triple o incluso cuádruple empate con el Galatasaray de por medio. La combinación diabólica que apartaría al inquilino del Buesa Arena del Top 16 sería el triple empate entre los dos representantes de la ACB y los lituanos. Al computarse las victorias entre los tres implicados, el Laboral Kutxa resultaría el gran perjudicado.
Mucho más laborioso será el pedregoso camino hacia Las Palmas, sede de una Copa del Rey que podría echar de menos por primera vez al conjunto azulgrana desde la edición de León en 1997. Dando por sentado que lo más probable es que sólo se clasifiquen los siete primeros ante la retrasada ubicación del Gran Canaria, anfitrión de la misma, hay espacio a lo sumo ya para uno o dos tropiezos más. La incapacidad a la hora de arrancar algo positivo en los cinco desplazamientos obliga a ser cautos con respecto a las aspiraciones de un equipo que ocupa una posición impropia de su presupuesto, tradición y jerarquía. En casa, restan cuatro partidos muy asequibles (Fuenlabrada, Sevilla, Estudiantes y Rio Natura). El problema es que el Baskonia necesita quebrar su pésima dinámica como visitante en tres desplazamientos de lo más comprometidos ante el pujante Murcia, un CAI cada vez más asentado entre la nobleza y el Real Madrid.
En contra del Baskonia también juega la historia. Los precedentes desde la temporada 95-96 no son halagüeños, ya que únicamente ocho de los 61 conjuntos que totalizaban a estas alturas idéntico balance que el Baskonia terminaron sellando su billete para la cita copera. Aún queda margen de tiempo para rectificar los errores anteriores, pero conviene despertar cuanto antes del letargo.
Un triunfo pendiente. Ganando este viernes al Valencia o al Estrella Roja en la última jornada, el Baskonia estará en el ‘Top 16’.
Opciones con dos derrotas. El Laboral Kutxa no habría dicho su último palabra si cae ante taronjas y serbios. Para ello, necesitará que el Valencia, el Neptunas y el Galatasaray -dos de los tres- no ganen sus dos compromisos.
Combinación diabólica. El Laboral Kutxa quedará eliminado en un supuesto caso de triple empate con el Valencia Basket y el Neptunas. Al contarse las victorias entre los tres implicados, los alaveses serían los grandes perjudicados por haber ganado un único partido a los bálticos.
Cinco o seis victorias. Si el Baskonia quiere estar en el Gran Canaria Arena, deberá permitirse, a lo sumo, dos tropiezos en las siete jornadas restantes. Y puede que sólo uno. Le queda jugar en casa ante el Fuenlabrada, Sevilla, Estudiantes y Rio Natura. Lejos del Buesa, se medirá al Murcia, CAI Zaragoza y Real Madrid.
Historia en contra. Solo ocho de los 61 equipos que llevaban a estas alturas 4 victorias en la clasificación desde la campaña 95-96 se clasificaron a la postre para la Copa. Fueron el Joventut (1997, 1999 y 2004), el Caja San Fernando (2004), el Barça (2007), el Unicaja (2008), el Estudiantes (2010) y el Valencia (2011).