Vitoria - Fabien Causeur cuajó ayer una de sus actuaciones más completas desde que viste hace tres temporada la elástica baskonista. Sin temor a equívocos, fue la más rutilante por la enérgica actitud que adoptó sobre la pista a la hora de erigirse, junto a San Emeterio, en uno de los brazos ejecutores de un rival directo en la carrera por el pasaporte copero. El escolta frío, desangelado y sin mordiente que se ha visto en la mayoría de las apariciones del Laboral Kutxa asoma la cabeza y renace de la mano de Ibon Navarro, que está consiguiendo recuperar al francés para la causa y extraer lo mejor de un jugador que aterrizó en su día en el Buesa Arena como flamante MVP de la Pro A con el Cholet. En dura pugna con el Bilbao Basket, Josean Querejeta se hizo con los servicios de un exterior que debía elevar la dinamita del perímetro y llenar el vacío dejado por los grandes anotadores que habían hecho años atrás las delicias del Buesa. Nunca cumplió dicho rol.

Tras mostrar con cuentagotas hasta la fecha esa supuesta capacidad para desequilibrar las defensas contrarias, Causeur se ha propuesto ahora tapar bocas. Asentado en la titularidad y jugando minutos importantes en todos los encuentros, la confianza que le está brindando Ibon Navarro le ha permitido enseñar por primera vez las uñas como un verdadero depredador ofensivo. En la diana de sus detractores por su poco egoísmo o su discreta fiabilidad en el tiro exterior, el dos nacido en Brest demostró ayer ante el Iberostar que puede llegar a ser algo más que un simple cancerbero defensivo. Si se lo propone, hay jugadas diseñadas para él y exhibe la agresividad necesaria, también se halla en condiciones de firmar los números de un killer.

Con 22 puntos y únicamente dos tiros de campo errados, Causeur fue uno de los dos pilares a los que se agarró el Laboral Kutxa para mantener a raya un peligroso visitante. Casi todas sus acciones positivas procedieron de una penetración y una bandeja con su mano izquierda. Con decisión, hambre y determinación, emergió la versión más felina de un escolta siempre apocado al que le cuesta asumir responsabilidades. En todas sus apariciones públicas, reivindica su propósito de enmienda y su deseo de dar ese paso al frente, pero rara vez lo lleva a la práctica.

De ahí que su exhibición ante los chicharreros haya que tomarla con reservas y necesite de continuidad en próximas fechas. Sí es, al menos, un buen punto de partida que representa un cambio de tendencia en su aportación al colectivo. Desde el cambio de rumbo en el banquillo, Causeur ha logrado eclipsar casi por completo a un Vujacic que, si bien irrumpió como un elefante en una cacharrería, aparece relegado en la rotaciones de doses puesta en práctica por Navarro. El técnico vitoriano tomó una decisión arriesgada en el último cuarto. Pese al excelente papel del galo, depositó su confianza en el esloveno para disputar los minutos de la verdad. Y lo cierto es que el ex de los Lakers respondió con dos triples oportunos que convirtieron a Causeur en un espectador de lujo hasta el bocinazo final.

El frenesí anotador de Causeur y San Emeterio motivó que el quinteto de interiores azulgranas pasara de puntillas por la matinal. Iverson (2), Shengelia (1), Tillie (4), Begic (2) e Ilimane Diop (0) apenas se dejaron sentir ante el Iberostar Tenerife.