Vitoria - Un nuevo tren, por no decir el último, para reengancharse a la pelea por el Top 16 pasa esta noche por el Buesa Arena. Aterriza el líder imbatido del grupo y un firme candidato al reinado continental liderado por el genio Spanoulis, pero el Baskonia no puede ni debe dejarse intimidar por nadie si quiere revivir en la Euroliga tras tres derrotas consecutivas que le han colocado en una situación crítica de cara a la clasificación hacia la siguiente fase. El conjunto vitoriano ha desaprovechado escapar hasta la fecha numerosas oportunidades y el cupo de errores está agotado.

Su estado de máxima necesidad contrasta sobremanera con la teórica falta de motivación de los griegos, que ya han cumplido con oficio sus deberes. Por tanto, emerge una velada ideal para que quede constancia desde el salto inicial de quién se juega más y a quién le va la vida en pos de la victoria. El Olympiacos presenta un expediente impoluto, si bien su trayectoria es bastante engañosa con un baloncesto discreto y un puñado de victorias por marcadores muy ajustados. Desde luego, no es el rival inalcanzable de campañas anteriores pese a que conserva la magia de Spanoulis y se ha reforzado de manera notable con dos exACB como Oliver Lafayette y Tremmel Darden.

En la víspera del encuentro, Ibon Navarro realizó ayer una especie de declaración institucional para que las gradas de Zurbano registren una gran entrada y propicien una insoportable temperatura ambiental. “Entiendo a la gente, soy baskonista y he estado en el exilio siéndolo. Ahora que estoy aquí puedo decir que este equipo quiere, que todos los jugadores quieren, pero que somos un equipo que ahora sufre algunos problemas que estamos intentando solucionar”, recordó el vitoriano, que desea un Buesa Arena como en las grandes ocasiones. “Si la afición nos ayuda, será menos difícil. Lo único que puedo decir a la gente que antes venía al pabellón y ha dejado de venir, o la gente que viene y está pensando en dejar de venir, o incluso los que no vienen, es que es un buen momento para ayudar al equipo”, opinó.

La consecución de la victoria pasará, desde luego, por la rehabilitación de varios jugadores bajo sospecha -Causeur, San Emeterio, Vujacic y Shengelia son los casos más evidentes- y la búsqueda de un mayor rigor defensivo. En caso contrario, Spanoulis campará a sus anchas en una cancha donde ya ha causado con anterioridad fatídicos destrozos.