vitoria - No hay quien tosa al Olympiacos, líder intratable del grupo D de la Euroliga. Los griegos afrontaban ayer una prueba de fuego en la infernal pista del Estrella Roja y salieron indemnes (57-62) pese a la volcánica reacción local en el epílogo. El Kombank Arena se llenó hasta la bandera con casi 19.000 espectadores para tratar de intimidar al campeón continental de 2012 y 2013, pero su efecto intimidatorio se diluyó ante la extrema solidez acreditada por los helenos.

Con el debut en el banquillo de Ioannis Sfairopoulos y el regreso a las pistas del exmadridista Tremmel Darden, el partido discurrió en todo momento a favor de los visitantes, que impusieron su contundencia en labores de contención y no dejaron maniobrar a los principales estiletes del combinado balcánico. Anulados Jenkins, Williams y el gigantesco Majranovic, el Estrella Roja fue incapaz de inquietar a un rival pétreo que se mantiene imbatido dentro de su lote continental. El notable acierto heleno desde más allá de 6,75 metros también sirvió para ensanchar las diferencias en el marcador. El letal Spanoulis no fue el único que hizo diana, ya que otros estiletes como Petway, Agravanis, Mantzaris y Lafayette pudieron lucir su buena muñeca. Sin embargo, los balcánicos reaccionaron con un parcial de 14-2 (55-57) y estuvieron a punto de dar la sorpresa.

En el otro encuentro del grupo, el Galatasaray impuso la lógica y no tuvo ningún problema para deshacerse (94-68) de un tierno Neptunas Klaipeda. Como dictaba el guión previo, los turcos sumaron su segunda victoria con una placidez absoluta y evidenciaron que los novatos lituanos carecen de mordiente en los encuentros a domicilio. - DNA