vitoria - ¿Y qué fue de... Brent Steven Scott? Si la semana pasada este diario repasaba el pasado y el presente de otro exbaskonista como Chicho Sibilio, este semana el turno es para el pívot norteamericano, nacido un 15 de junio 1971 en Lansing, localidad del estado de Michigan donde también nacieron celebridades del basket como Earvin Magic Johnson, actores como Burt Reynolds o Steven Seagal, emprendedores como el cofundador de Google, Larry Page, e incluso Malcolm Little, más conocido como Malcolm X. Brent Scott comenzó desde niño a jugar al baloncesto, primero como base y escolta hasta que pegó un buen estirón antes de comenzar el instituto. Su high school fue Everett, el mismo en el que una década antes Ervin Johnson, en una de sus primeras actuaciones con la camiseta de este centro de secundaria, se ganó el apelativo de Magic que le acompañó el resto de su carrera. En sus cuatro años en Everett, Scott fue la referencia interior de su equipo, promediando 17 puntos y 10 rebotes. En el verano de 1989 dejó la pequeña ciudad de Lansing para estudiar en la Universidad de Rice, situada en una gran capital como Houston. En el equipo de los Owls (Búhos), Scott fue de nuevo el “gran hombre” bajo los aros de un equipo que entonces dirigía Scott Thompson. Cuatro años más tarde concluyó su carrera universitaria como el líder histórico en anotación 1.906 puntos (17,3 por encuentro) y también en el apartado reboteador con 1.049 rebotes (9 de promedio) en los 114 encuentros que disputó en la NCAA. De hecho, en su última campaña no solo fue la mejor a nivel personal sino que también llevó a la Univerisidad de Rice hasta la segunda ronda del National Invitation Tournaments, hito que solo había superado en 1943 en la historia de los Owls. Además, fue elegido en el segundo mejor quinteto de la Conferencia All-Southwest en los años 1991, 1992 y 1993, y fue seleccionado por la USA Basketball para disputar con la selección de Estados Unidos el Torneo de las Américas en Montevideo de 1990 y el Mundial Junior celebrado en Edmonton un año después. En ambos campeonatos logró la medalla de oro.

sin suerte en la nba En aquella selección tuvo como compañeros más destacados a Grant Hill y Allan Houston, pero también a un exbaskonista llamado Anthony Reed. Tras su brillante etapa universitaria no logró entrar en el draft de la NBA, pero sí en el de la CBA, que lo eligió en sexta ronda con el número 82 para la franquicia Rapid City en 1993. En este contexto y cerrada la puerta del baloncesto profesional, el center de Lansing tuvo como primer destino europeo Grecia, donde jugó dos temporadas y media en el Larissa que le sirvieron para ganar experiencia y oficio. Con este bagaje volvió a probar suerte en su país. Disputo la liga de verano de Miami con grandes actuaciones cada jornada pero de nuevo la suerte le fue esquiva y no logró oferta alguna de ninguna franquicia de la NBA. La escuadra italiana Libertas de Forli fue su siguiente parada en la campaña 95/96. Sin cesar en su ánimo por seguir probando fortuna en las ligas de verano americanas, disputó la USB en 1996 con los Portland Mountain Cats. Los 29,8 puntos y 13 rebotes que promedió durante esta competición estival finalmente sí tuvieron su recompensa. El center firmó con los Indiana Pacers, donde solo pudo disputar 16 encuentros a las órdenes de Larry Brown, que entonces apostaba por otros compañeros como Reggie Miller, Marck Jacskon o Jalen Rose. Como curiosidad, destacar que en la pretemporada de aquella campaña, los Pacers llegaron a disputar un partido amistoso contra los Seattle Supersonics en Sevilla en el que Scott anotó diez puntos y capturó tres rebotes.

Fue un año más tarde cuando el americano, que ya había decidido desarrollar su carrera en Europa, recaló en Vitoria (temporada 97/98) para formar parte de un nuevo proyecto encabezado por Sergio Scariolo tras la salida de Manel Comas.

Sin ser por entonces un jugador mediático, tuvo que ganarse el respeto de una afición que poco o nada sabía de la trayectoria del pívot de Michigan, acostumbrada a otro tipo de jugadores americanos más espectaculares y carismáticos como Ken Bannister o Kenny Green, que habían vestido hasta entonces la camiseta baskonista en las temporadas precedentes. Sin ese brillo ni la capacidad anotadora de sus predecesores, poco a poco fue haciéndose su hueco, siempre formando pareja junto a Pat Burke. Promedió en aquellos días 14 puntos y seis rebotes en 28 minutos jugados por encuentro.

Una temporada histórica Fue aquella una temporada histórica en la que el Baskonia disputó su primera final de Liga ACB ante el TDK -le superó por 1 a 3 en la serie- y donde el nivel del juego desarrollado en el Araba fue uno de los más llamativos que se recuerdan. Scott, que acabó conectado con la grada, dejó además una impronta muy positiva entre sus compañeros a los que persuadió antes de los partidos para que rezaran junto a él antes de saltar a la cancha.

El propio jugador recordaba su año en Vitoria en www.baskonistas.com: “El Tau fue mi primer gran equipo en Europa. Excelentes jugadores y uno de los mejores entrenadores del mundo, Sergio Scariolo. Hicimos una gran campaña hasta la final, pero desafortunadamente nos quedamos sin el título. Pero sí, fue una temporada muy importante para Baskonia. Todavía mantengo contacto con Pat Burke, Elmer Bennett y Sergio Scariolo! La gente de Vitoria y los aficionados del equipo me trataron muy bien. Yo estaba muy feliz y agradecido por mi experiencia en el equipo. Fue además un año muy divertido y los aficionados estaban siempre allí siguiendo a nuestro equipo jugara donde jugara. Me gustaría haber jugado una temporada más, pero no pudo ser”.

Sin embargo, lejos de hablar de su pasado baskonista, el norteamericano también hace referencia a la actualidad del equipo azulgrana, “Sabía que Scariolo volvió la temporada pasada a Vitoria, pero lamentablemente los resultados no fueron los mismos que en su primera etapa”. Sobre el nuevo coach del baskonia, Scott lo conoció cuando jugó en la Lega. “Recuerdo a Crespi desde cuando jugaba en Italia. Es un muy buen entrenador, esperemos que las cosas le vayan bien y el Baskonia recupere esas sensaciones positivas del gran conjunto que siempre ha sido”. Tras su temporada en Vitoria, el jugador racaló en el Reggio Calabria italiano y tras el fichaje de Scariolo por el Real Madrid en el curso 99/00, el técnico nacido en Brescia fichó al que fuera su pívot de referencia en el Baskonia. Scott volvió a ofrecer lo mejor de su juego y fue clave para conquistar el título de Liga de esa temporada, ante el Barça, en el quinto encuentro de la serie en el Palau. Con 16 puntos y 7 rebotes, lideró la remontada blanca en el tramo final de un partido que parecía tener dueño. Tras ese título, su carrera enfilaba la recta final. Pasó después por conjuntos de Italia y Grecia e incluso retornó a la Liga ACB (Zaragoza, Joventut y Murcia), cerrando una trayectoria como jugador profesional de 14 temporadas en el AEK de Atenas, donde ya su rendimiento no fue el que hasta entonces había dado.