vitoria - El paciente baskonista respira y ya tiene en su mano el pasaporte para los play off por el título. Resulta paradójico celebrar la consecución de un objetivo tan menor, pero la trayectoria del Laboral Kutxa viene siendo tan errática desde el inicio de la temporada que ya no queda otro remedio que congratularse por estar a punto de evitar la catástrofe que supondría ver las series finales por televisión. El conjunto vitoriano ha mejorado levemente su salud clasificatoria tras esta jornada al haber ascendido a la séptima posición. Su triunfo ante el Rio Natura y la agónica derrota del Cajasol, que llegó a forzar una prórroga al poderoso Valencia Basket en La Fonteta, se tradujeron en una mínima inyección de moral para un equipo que, en cualquier caso, todavía no ha cumplimentado sus deberes.

Restan dos choques para la conclusión de la fase regular y todos los escenarios siguen abiertos para el Baskonia. Cabe aún la opción de que sea sexto si gana al CAI a domicilio y al Fuenlabrada en el Buesa Arena. En el caso de profanar este domingo el Príncipe Felipe, los alaveses se asegurarían momentáneamente dicho objetivo y dejarían casi certificado su enfrentamiento en cuartos de final ante el Barcelona. Si sucumbe en tierras mañas, el Laboral Kutxa podrá aspirar, a lo sumo, a ser séptimo -se mediría entonces al Valencia Basket- u octavo, lo que depararía un mortal cruce frente al Real Madrid de Pablo Laso.

La jornada de ayer estuvo plagada de noticias positivas para el inquilino del Buesa Arena. Y es que los dos rivales que le perseguían en la tabla mordieron el polvo. El Gipuzkoa Basket no pudo prolongar su álgida racha de éxitos y cayó con rotundidad ante un rocoso Gran Canaria. El Joventut tampoco fue capaz de aprovechar la coyuntura y fue superado en el Olímpico por el Estudiantes. En definitiva, el Baskonia tiene en sus manos un año más su presencia entre los mejores.

El antiguo pívot baskonista está a una sola victoria de clasificarse con los Spurs para la final de la Conferencia Oeste de la NBA tras la tercera victoria seguida (103-118) ante Portland. El poste brasileño aportó 9 puntos y 7 rebotes en 26 minutos de juego.

7.143 espectadores. El Baskonia se ha especializado desde hace tiempo en ofrecer una cifra de espectadores que nunca se ajusta a la realidad. Ayer no se acercaron al Buesa Arena más de 5.000 aficionados, pero el club volvió a 'inflar' la cifra.