Conforman una de la parejas de interiores más complementarias de la Liga ACB. Uno es un espigado cinco que cubre toda la zona sustentado en sus 216 centímetros de humanidad y el otro responde al perfil del cuatro moderno que abre el campo y dispone de una buena mano desde el perímetro. No sólo se entienden a la perfección sobre la cancha gracias a una simple mirada, sino que son íntimos amigos, comparten confidencias y costumbres por proceder de un país de apenas cuatro millones de habitantes -escindido en su día de la antigua Unión Soviética- donde empiezan a surgir a borbotones numerosos baloncestistas conocidos para el público en general.

Viktor Sanikidze y Giorgi Shermadini figuran entre los principales peligros del pujante CAI Zaragoza, el penúltimo obstáculo en su tortuoso camino del Laboral Kutxa hacia la Copa del Rey. Ambos se erigieron durante el pasado mercado estival en dos de las contrataciones de mayor impacto dentro de una competición necesitada de refrescantes caras nuevas que le permitan recobrar buena parte del esplendor y del prestigio perdidos. No son las estrellas más rutilantes del firmamento, pero sí buenos gregarios que en conjuntos modestos como el enclavado en el Príncipe Felipe se dejan sentir.

Willy Villar, el felino director deportivo del club maño que casi siempre acostumbra a dar en la diana a la hora de buscar mirlos blancos en el mercado, necesitaba recomponer casi por completo la fisonomía de su pintura ante la dolorosa marcha de Pablo Aguilar a Valencia y la grave lesión de rodilla sufrida por Henk Norel, cuyo regreso a las canchas ya es inminente tras una costosa rehabilitación. Pues bien, en tierras mañas recalaron dos piezas codiciadas que a lo largo de la pasada temporada dispararon su cotización actuando al más alto nivel en dos clásicos de la Euroliga.

Sanikidze fue uno de los puntales que prolongó la hegemonía del Montepaschi, ganador de la séptima Lega consecutiva pese a su drástica reducción de presupuesto. En la Toscana, puso un broche de oro a un ciclo de cuatro años en Italia. El de Tbilisi vive en la actualidad su segunda experiencia en España tras militar con poca fortuna entre 2006 y 2008 en el Estudiantes.

Mejor si cabe le fueron las cosas a Shermadini, que tras jugar en el Maccabi hasta el mes de diciembre de 2012 se convirtió en uno de los lugartenientes de lujo del Olympiacos para proclamarse en el majestuoso O2 de Londres ante el Real Madrid campeón de la Euroliga por segunda vez en su carrera deportiva. Cuatro años antes, la torre nacida hace 24 años en Natakhtar ya había tocado el cielo continental con el otro conjunto griego de referencia, el Panathinaikos. Un bagaje extraordinario para alguien que se inició en el baloncesto con 16 años y completó sus primeros años como profesional en un conjunto desconocido de su país natal donde promediaba 33 puntos y 18 rebotes. A orillas del Mar Negro, trasciende la figura del jugador de baloncesto, recibe la atención de la prensa rosa y tanto su vida como la de su familia es seguida de cerca por los siempre temibles paparazzi.

pasado

Shermadini, ex de Cantu

De Shermadini, para quien las puertas de la NBA parecen haberse cerrado del todo tras no ser elegido por ninguna franquicia en el draft de 2011, no guarda tampoco buenos recuerdos el Laboral Kutxa durante su corto periplo en Italia. A las órdenes de Andrea Trinchieri en el Bennet Cantu, el georgiano se convirtió en el ejercicio 2011-12 en uno de los verdugos alaveses en una primera fase de la Euroliga de infausto recuerdo. En el Paladesio, con la oposición de los fornidos Joey Dorsey y Kevin Seraphin, el interior de José Luis Abós sumó ocho puntos y cuatro rebotes para un total de 11 de valoración.Junto a Ricky Hickman, escolta del Maccabi, Sanikidze y Shermadini fueron los rostros más conocidos de la selección de Georgia que estuvo cerca de acceder a la segunda fase del pasado Europeo de Eslovenia. En el Buesa Arena podrían haberse visto hoy las caras con Tornike Shengelia, otro compatriota por el que el Baskonia estuvo vivamente interesado en verano -su condición de cupo era uno de los principales atractivos para su desembarco en Vitoria- pero que finalmente decidió permanecer en los Brooklyn Nets de la NBA.