Estamos a punto de doblar la esquina del 50% de partidos de la competición ACB y todavía no podemos hablar de un Baskonia completo, ni en la composición del equipo, ni en su rendimiento, ni en su regularidad. Para hacernos una idea del equipo que tenemos, es necesario volver al principio y analizar, de forma superficial, cómo han rendido las individualidades, ya que el equipo en sí ha ido dando una de cal y otra de arena. No voy a recurrir al tópico de lesiones y mala suerte, pues todos los equipos tienen los mismos problemas y juegan los mismos números en la lotería de árbitros y enfermería. Sí que es cierto que el médico del club se ha ganado el sueldo de sobra, pero eso lo notan más los equipos con escaso fondo de armario, como es el caso de nuestro Baskonia. La realidad es que entre los jugadores de formación y algún lesionado importante nos las vemos y nos las deseamos para completar un grupo de ocho jugadores de un nivel o de un rendimiento que nos permita ver el panorama con un mínimo de optimismo. Para completar un equipo de doce jugadores tenemos que aceptar a Mainoldi, Diop y Van Oostrum como compañeros de travesía, con lo cual si les añadimos el lesionado de turno, reducimos nuestros efectivos a la mínima expresión. Si valoramos a jugadores de un nivel escaso como Jelinek y Hanga y sumamos un recién llegado como el bertsolari Poeta y otro en la puerta de salida como Hodge tenemos que nuestro equipo de figuras se compone de seis elementos: Heurtel, Causeur, San Emeterio, Nocioni, Pleiss y Hamilton (ahora lesionado).

Con este panorama le toca a Sergio Scariolo y sus muchachos hacer equilibrios en la cuerda, teniendo por debajo las cataratas de Iguazú. A pesar de todos los accidentes que vemos en nuestra carretera, hemos coronado un primer puerto de primera categoría. Nos hemos clasificado en Euroliga para disputar la segunda y más importante fase, que nos permite seguir viendo a los mejores equipos de Europa en Zurbano, y codearnos con la alta sociedad europea, de paso que los presupuestos del club pueden mantener sus números medianamente acertados?

El segundo puerto que se nos presenta es de segunda clase. Es la Copa y a falta de dos partidos tenemos en nuestras manos la posibilidad de clasificarnos. El 26 de enero debemos estar entre los ocho equipos que viajan a Málaga. Aquí no interviene el dinero pero sí el prestigio. Nuestro equipo y nuestra afición no pueden faltar a la cita anual. Ganaremos los dos partidos necesarios y mantendremos el tipo. Nos queda el maillot amarillo, el 25 de mayo hay que clasificarse para jugar los play-off de la Liga, pero esto es otro asunto, falta mucho y ya tendremos oportunidad de seguir comentando los vaivenes de la temporada, que amenaza con sustos y alegrías como todas las temporadas, pero cada vez con más dificultad.

* Ex directivo de Saski Baskonia