vitoria. La ACB sigue muriéndose poco a poco sin que nadie dentro de su seno quiera enviarle un salvavidas para reflotarla. La Asamblea General Extraordinaria, celebrada ayer en Barcelona, se convirtió en un triste sainete que constató las posturas divergentes y los diferentes intereses de todos los asociados, incapaces de lograr un consenso a la hora de elegir al hombre que lidere un cambio necesario desde hace varias temporadas y sustituya a Eduardo Portela.
Representantes de los 18 clubes estaban convocados para elegir a su nuevo presidente ejecutivo y al encargado de reconducir el rumbo de una nave a la deriva y sacarla de la crisis. Pues bien, la jornada terminó igual que empezó. Esto es, con la cúpula de la ACB completamente descabezada. Tras la renuncia por razones personales de Fernando Arcega, quien fuese histórico alero del CAI Zaragoza, optaban al cargo Josep María Farràs, jefe de Deportes de TV3, y Albert Soler, exsecretario de estado para el Deporte. Ninguno convenció a la hora de obtener el voto de las tres cuartas partes de la Asamblea, la cifra necesario según marcan los estatutos de la patronal para que un candidato sea el escogido.
Ambos expusieron por la mañana su visión sobre la competición durante casi tres cuartos de hora. Entonces llegó el momento culminante que debía propiciar la ansiada fumata blanca. En la primera votación secreta, Soler ganó la partida a Farràs al lograr 9 votos favorables, 4 contrarios y 5 abstenciones. Su designación debía ser ratificada por 14 de los 18 clubes, por lo que hizo falta un nuevo recuento de sufragios por la tarde. En esta segunda ronda, tampoco se alcanzó la mayoría necesaria. Únicamente 11 clubes votaron a favor de Soler, 6 en contra y se produjo una abstención. Según se supo más tarde, no le respaldaron el Real Madrid, el Unicaja, el CAI, el Gran Canaria, el Murcia, el Obradoiro y el Valladolid.
El comunicado difundido por la ACB a media tarde especificó que, a partir de ahora, se abre "un periodo para la reflexión" hasta el 20 de enero. Esa jornada, los clubes se volverán a reunir para intentar elegir de nuevo a su presidente ejecutivo. Ante esta situación de bloqueo, también argumentó que ha acordado "renovar la confianza en la comisión de trabajo -integrada por el Baskonia, el CAI Zaragoza y el Joventut-, otorgándole toda la potestad para que encuentre un candidato con el consenso necesario para su elección como presidente ejecutivo". Mientras todo ello sucede, el patronal asiste impertérrita a la paulatina marcha de patrocinadores y a unas audiencias cada vez más preocupantes.