Vitoria. Son tantas las muescas del revólver de Scariolo que una victoria en Tel Aviv o una derrota en Krasnodar no alteran un ápice el rictus del italiano. Es una cuestión de experiencia. Por eso ayer, después de una meritoria actuación, apenas esbozó una sonrisa para evitar, quién sabe, la euforia de un equipo acostumbrado en la presente temporada a protagonizar demasiados picos de sierra. "En general hemos jugados bien, hemos aguantado los tirones del rival en una cancha complicada que ha apretado mucho", valoró en Radio Vitoria. Esa mentalidad y actitud, añadió, supone un punto de crecimiento importante y refuerza la confianza de un equipo asediado "por un tsunami de lesiones impresionantes" que le han mermado en demasía. A base de seriedad y "mucho esfuerzo", concluyó, el Baskonia afronta el comienzo de la segunda ronda con una victoria terapéutica y la sensación de que jugadores clave como Hamilton, estratégicos para la pintura, comienzan a ver la luz: "Lo de Hamilton ha sido una vuelta con pocos minutos pero con buena contribución".