La mala suerte, definitivamente, parece haberse instalado en el santuario baskonista, porque no hay día que pase donde su enfermería tenga que dispensar analgésicos a granel para tratar de paliar una de las peores plagas en forma de lesiones que nunca ha sufrido el conjunto azulgrana. Si ayer la derrota en Krasnodar fue de las que escuecen -a falta de un minuto la ventaja del Baskonia era de cinco puntos-, no menos doloroso fue el impacto que tuvo la lesión, otra más, del Chapu Nocioni, que a falta de cuatro minutos y 43 segundos para el final del encuentro se mermó su rodilla izquierda al tratar de taponar a Maric. De la aparente gravedad de la lesión dieron cuenta rápida los gestos de dolor del argentino, que durante unos minutos estuvo tendido sobre el parqué del Basket Hall ruso a la espera de recalar en el banquillo. Desde allí contempló el desastre de su equipo -dejó la cancha con un esperanzador 68-73-, carente de personalidad en los últimos instantes y protagonista después de varios errores mayúsculos que permitieron la resurrección del Lokomotiv.

"Parece que es menos de lo que pensaba, pero es evidente que algo hay", reconoció el propio Nocioni a los micrófonos de Radio Vitoria tras el partido. "Por suerte parece que no es tan grave. Me doblé el tobillo y me tiré al suelo para tratar de amortiguar, pero en ese instante tuve un tirón en la rodilla, pero veremos qué dicen las imágenes. El problema está y la resonancia va a decir el nivel de gravedad de la lesión", añadió el alero argentino, de 34 años.

Para salir de dudas, el jugador será sometido hoy por la tarde en Vitoria a una resonancia que tratará de esclarecer el alcance de la lesión, aunque de lo que no hay duda es de que el jugador, como mínimo, no podrá enfrentarse el próximo domingo al Unicaja.

kaukenas, también tocado Con la lesión de Nocioni, definitivamente, el Baskonia perdió ayer algo más que un partido. Perdió la furia y el carácter con mayúsculas, el jugador que partido tras partido viene manteniendo el timón de una nave que este año amenaza con zozobrar. Porque a cada duda surgida en la presente temporada siempre ha habido un paso adelante por parte del argentino, un gesto imprescindible para un equipo carente de estrellas. "Si no le echamos lo que tenemos, difícilmente sacaremos esto adelante", suele repetir con frecuencia el de Santa Fe.

El contratiempo del argentino no fue el único de ayer. En el entrenamiento previo al choque ante el Lokomotiv también resultó tocado Rimantas Kaukenas, que apenas pudo disputar siete minutos como consecuencia de un problema muscular. Al cierre de esta edición, su concurso ante el Unicaja del domingo también se daba por dudoso.