Vitoria. El club vitoriano ha preparado un sencillo homenaje para rendir honores a un escolta que consiguió, entre otros títulos, una Liga, una Copa y 2 Supercopas en la capital alavesa. Con 35 años ya cumplidos y a las puertas de la retirada, Rakocevic emprenderá a partir del próximo ejercicio un nuevo desafío. Colgará definitivamente las botas para ejercer como director deportivo del rival al que se enfrenta mañana el Laboral Kutxa. A la hora de pescar a jóvenes jugadores balcánicos, deberá mostrar el mismo tino que cuando conseguía aquellas suspensiones inolvidables.
Pasado mañana, vuelve al Buesa Arena. ¿Tiene ya la piel de gallina?
Estoy muy feliz de reencontrarme otra vez con la gente del club y la afición. Tengo una relación fantástica con todo el mundo y con la gente que va a los partidos. Ellos reconocen que dejé allí mi corazón y que jugué a mi mayor nivel posible. Juntos conseguimos muchos objetivos durante las tres temporadas que pasé en Vitoria. Conservo todavía unos recuerdos fantásticos.
En todas sus declaraciones públicas, siempre muestra un cariño fuera de lo normal al ahora llamado Laboral Kutxa. ¿Tanto le marcaron esos tres años?
Sí, como allí nadie ha reconocido el trabajo, el esfuerzo y el corazón que puse en cada aparición con el equipo. De cara a la afición, nunca hubo alguna cosa que dejara atrás. Siempre traté de rendir al máximo nivel y actuar con la máxima energía. Esta etapa fue vital en mi carrera. No jugué al baloncesto en Vitoria para ganar dinero, sino para conseguir títulos y ayudar al club a estabilizarse como uno de los mejores de Europa.
Aquí cerró muchas bocas que aseguraban que no era un jugador ganador y que se arrugaba en los instantes importantes.
Sí, por supuesto. Todo lo bueno que yo le di al club con mis buenos partidos, también me lo dieron ellos a mí. El Baskonia me mejoró mucho como jugador, así como toda la gente que trabaja allí, los entrenadores y la afición. Antes de llegar a Vitoria, tenía un conflicto con uno de los periodistas de baloncesto del Marca. Empezaron a decir sobre mí que si era alguien que no ganaba partidos ni trofeos... Afortunadamente, levanté muchos títulos con el TAU y enseñé que soy un jugador ganador y capaz de jugar los partidos importantes a un nivel excelente.
Echando la vista atrás, ¿se arrepiente de no haber aceptado la oferta de renovación del club?
Bueno, tomé la decisión de marcharme al Anadolu Efes por varios motivos. El primero de ellos, y el más importante, es que estaba bastante cansado de ir a la policía y a los consulados para recibir visados para mi familia y mis amigos. Quería estar mucho más cerca de mi casa, porque la verdad es que echaba bastante de menos mi hogar. Belgrado está a tan solo una hora de distancia de Estambul con un vuelo directo. En aquel momento, me resultaba muy difícil hacer esos trámites para la gente que quería visitarme. Estaba bastante saturado en ese sentido y quería cambiar un poco. Ahora mismo, no puedo decir que fue un error, pero si me diesen la oportunidad de volver atrás, no tomaría la misma decisión y me hubiese quedado más años en el Baskonia. La rabia es que, a los dos meses de firmar por el Efes, la Unión Europea desbloqueó los visados para Serbia y facilitó la posibilidad de viajar tranquilamente por toda Europa.
Su huella todavía es muy alargada porque el club carece desde hace años de un escolta determinante que atemorice a los rivales. ¿Lo siente desde la distancia después de que no hayan triunfado Williams, Logan, Causeur o Jelinek?
Eso es algo que no puedo contestar. Solo digo que soy un escolta que actúa con mucha agresividad e instinto asesino de cara al aro rival. Con todos los entrenadores que me dirigieron en Vitoria, especialmente Ivanovic, también mejoré en defensa y me convertí en un jugador mucho más completo.
El Baskonia lleva ya más de tres años sin llevarse un título a la boca. ¿Encuentra alguna razón?
Durante las cinco últimas temporadas, grandísimos jugadores como Splitter, Prigioni, Teletovic o yo mismo (risas) se han ido. Es muy difícil reemplazar hoy en día a gente así. Josean Querejeta no puede competir económicamente hablando con el Real Madrid y el Barcelona, pero estoy convencido de que en el futuro lo hará gracias a la fantástica organización. Eso sí, probablemente le costará algunos años encontrar un equipo fenomenal como los que había antes y que los jóvenes de la actual plantilla crezcan antes de volver a optar por todos los títulos.
Desde el pasado verano, se encuentra sin equipo. ¿Qué hace en la actualidad para matar el tiempo?
Todavía no estoy retirado pese a que mucha gente lo dio por hecho en el verano. Estoy entrenando por mi cuenta desde hace meses. Físicamente, me encuentro fenomenal. Tuve el año pasado una grandísima temporada con el Estrella Roja consiguiendo la clasificación para la Euroliga. Después de seis años, el club también ganó el título de la Copa. Además, fui incluido en el quinteto ideal tanto de la Liga serbia como de la Liga Adriática. La verdad es que acabé muy satisfecho con mi juego y con el del equipo.
El club de toda su vida le ha ofrecido ser director deportivo. ¿No se todavía atreve a dar el paso?
Es verdad que tuve esa posibilidad encima de mi mesa, pero finalmente rechacé esa propuesta. Simplemente, lo que he hecho ha sido posponerla para la próxima campaña. Voy a permanecer en el Estrella Roja porque es mi casa y el club donde crecí, pero a partir del año siguiente.
Viendo el nivel de juego que ofreció en Belgrado, ¿no tuvo ofertas como para seguir vestido de corto, al menos, un año más?
Sí, sí... Mi agente recibió cinco o seis propuestas de conjuntos de Rusia, Ucrania e Italia. Las rechacé porque lo que realmente quiero es fichar por algún equipo en el que pueda disfrutar como lo hice en el Baskonia. Veremos lo que me depara el futuro. Existe la posibilidad de jugar hasta el mes de junio y, probablemente, luego me retiraré al final de este curso.
Con 35 'primaveras', ¿sigue conservando la misma ilusión o es inevitable pensar en el adiós ya iniciado el declive físico?
Está claro que, a mi edad, ya es más difícil motivarse para un partido, pero insisto en que físicamente me encontré fenomenal durante toda la pasada campaña. Todavía no sé si firmaré por algún equipo, porque tienen que darse muchas circunstancias para que así sea.
Hablando del inminente enfrentamiento entre sus dos equipos del alma en el Fernando Buesa Arena, ¿qué vaticina?
Aquí prefiero no mostrar mis preferencias. Mi primer y único objetivo de ir a Vitoria es saludar a la afición y a la gente del club. Esta es la razón por la que he decidido venir, no para ver el encuentro. Lo más importante para mí es encontrarme con toda esa gente que me ha dado tanto en mi carrera, decirles gracias y verles a todos.