zaragoza La directiva del Laboral Kutxa se está manejando con una tremenda celeridad a la hora de parchear los pinchazos que las lesiones están provocando en esta pretemporada. Daniel Clark firmó escasas horas después de que se conociera el alcance de la lesión de Leo Mainoldi y ayer se cerró la incorporación del hombre que ocupará la plaza de Adam Hanga, quien no parece probable que pueda reaparecer hasta, al menos, el mes de diciembre. Sergio Scariolo incorpora experiencia para el perímetro con la llegada de Thomas Kelati, un jugador con muchas horas de vuelo tanto en la ACB como en la Euroliga del que el club azulgrana espera que pueda aportar desde el inicio, sin necesidad de guardar la vigilia de adaptación que otros recién llegados pueden verse obligados a atravesar.

Kelati, un jugador con capacidad para actuar tanto de escolta como de alero, de 1,95 metros, 31 años y físico notable, se incorporará en las próximas horas al cuadro azulgrana y es probable que pueda incluso debutar mañana, en el Trofeo Diputación frente al Asvel Villeurbanne, último ensayo general previo al complicado estreno de competición oficial del viernes contra el Barcelona de Xavi Pascual. Su llegada permitirá disponer de cuatro piezas para las dos posiciones de perímetro en la Supercopa, tras la incorporación de Fernando San Emeterio y la recuperación de David Jelinek, que se suman a un Fabien Causeur que ha trabajado mucho este verano para convertirse en la referencia exterior que se le pide que sea.

El último fichaje del cuadro baskonista puede sumar en muchos apartados del juego, como ha demostrado en los equipos de primer nivel por los que ha pasado en los últimos años. Sin ser una estrella, puede ayudar en el rebote, dispone de un sobresaliente manejo de balón y también puede erigirse en una más que solvente amenaza exterior. Estadounidense de nacimiento, aunque de sangre eritrea, Kelati posee también la nacionalidad polaca. Ha compartido vestuario en la selección de este país con el exbaskonista Maciej Lampe en diversos campeonatos internacionales, entre ellos el reciente Eurobasket de Eslovenia, donde cuajó una brillante actuación en el seno de un equipo que, por otro lado, resultó una absoluta decepción. Cerró el torneo con 9 puntos, 3,4 rebotes y 2,6 asistencias en los cinco partidos que Polonia disputó en la primera fase, en la que cayó eliminada. El nuevo escolta azulgrana fue, con 29 minutos de media, el jugador más utilizado por su técnico, el alemán Dirk Bauermann.

Al margen de su presencia en las citaciones del combinado nacional polaco, Kelati cuenta con una dilatada experiencia en clubes de primer nivel europeo. Y en todos ellos, sin resultar especialmente descollante, ha ofrecido un nivel más que aceptable. Formado en la Universidad Estatal de Washington, no gozó de la ocasión de probar suerte en la NBA, aunque hace cuatro veranos tomó parte en el Training Camp de los Lakers. Sin espacio en el draft, el exterior nacido en Walla Walla, una ciudad del estado de Washington a cinco horas en coche de Seattle, se decantó por probar fortuna al otro lado del Atlántico. Y no le ha ido nada mal. Su primer destino fue Bélgica. Jugó una temporada en el Dexia Mons-Hainault (2005-06) y de allí dio el salto a Polonia, país que le proporcionó pasaporte y un equipo, el Turog Zgorcelek (2006-08), en el que ofreció un rendimiento tan llamativo que comenzó a figurar en las agendas de los grandes. De ahí dio el salto a Unicaja (2008-09), Olympiacos (2009), Valencia Basket (2009-10) y Khimki, equipo en el que coincidió con Sergio Scariolo. "Es un jugador de equipo. No le vamos a otorgar, aunque podría llevarlo, un rol de anotador o estrella, porque sería pan para hoy y hambre para mañana", aseguró el entrenador lombardo. "Le conozco personalmente y sé que es un gran tipo y nos va a ayudar mucho. Debe ayudarnos a competir mientras formamos equipo para el tramo decisivo del año. Por eso no puede asumir un papel principal", añadió.

Tras su etapa en el combinado ruso, Kelati regresó al Valencia Basket (2010-12), club en el que coincidió con otro componente del cuerpo técnico del Laboral Kutxa, Ibon Navarro. Con el club taronja que firmó un contrato de una temporada más otra opcional que se vio frustrado por las lesiones. El Trabzonspor, en Turquía, ha sido su último destino. Ahora, a pesar de contar con otras ofertas, algunas incluso para toda la campaña, ha decidido sumarse al nuevo proyecto del club vitoriano. Su experiencia puede resultar muy valiosa en estos primeros meses de acoplamiento de la inexperta plantilla azulgrana.