vitoria. Recién llegados del Europeo con la medalla de oro y bronce respectivamente colgadas del cuello, Heurtel y San Emeterio se incorporaron ayer por la tarde al stage de Vielha tras un viaje relámpago a la capital alavesa para pasar los chequeos médicos. Salvo los lesionados Hanga y Mainoldi, Scariolo ya cuenta con todos sus efectivos para afrontar una temporada compleja en la que el Baskonia parte, a priori, con remotas opciones de asaltar algún título. "La Supercopa será un buen momento para que la gente vea que, pese a la reducción de presupuesto, se pueden conseguir cosas e iremos a muerte. Hay que hacer un buen grupo y darlo todo en el campo. Cuando se hace eso en esta ciudad, la gente se identifica. Ganando o perdiendo, habrá que dejarse la piel, correr y defender a muerte. Si hacemos eso, la afición estará con nosotros", consideró el cántabro, para quien "el Barcelona es un grande, pero si queremos ser ambiciosos tenemos que empezar por este primer partido de la Supercopa".

En términos similares se expresó un Heurtel dispuesto a ser "el líder" de un remozado plantel que buscará olvidar los sinsabores de los últimos ejercicios. "He cogido experiencia en el Europeo y he hablado mucho con mis compañeros que son estrellas de la selección de Francia. Vengo más maduro, he aprendido otros movimientos y cómo preparan ellos los partidos", admitió el eléctrico base galo, a la sombra de Tony Parker en la cita eslovena. El de Beziers llega dispuesto a comerse el mundo. "Tras el Chapu y Fernando, soy el más veterano, así que tengo que ayudar a mis compañeros, hablar con ellos y ser un líder. Ojalá que este sea mi año y voy a intentar dar un paso adelante como creo que todo el equipo debe hacer", resaltó.