hasta hace no demasiado se tenía la idea de que del deporte era cosa de hombres. La pertinaz imagen machista de las gradas de los estadios y pabellones plagadas de testosterona, por suerte, ha quedado atrás. Cada vez son más las mujeres que lucen orgullosas los colores de sus equipos, que disfrutan de los títulos, los ascensos o las simples victorias y padecen los reveses. Y en el Buesa Arena, donde hace tiempo que se trabaja para que el deporte cuente con un envoltorio de espectáculo, cada vez huele más a perfume.
El baskonismo se feminiza. La pasión que despierta el equipo azulgrana en la capital alavesa ha golpeado con fuerza entre las mujeres, que cada año son más en las gradas del coliseo de Zurbano. El próximo curso no representará una excepción, sino más bien al contrario. En la presente campaña de abonados, con la que la directiva que preside Josean Querejeta pretende mantener el número de fieles tras el insípido final liguero, esta tendencia está quedando remarcada hasta el punto de que más de un tercio de los abonados del club vitoriano son actualmente mujeres.
El porcentaje, según los datos facilitados ayer por el club, alcanza ya el 36%, tras haber experimentado un importante crecimiento del 18% el número de nuevas abonadas registradas con respecto a la pasada temporada. "Al Baskonia siempre han ido muchas mujeres. Yo tengo amigas que llevan muchísimos años de socias. Aunque sí es cierto que en los últimos tiempos se ven aún más en las gradas", concede Josu Aguirrezabal, más de tres décadas ininterrumpidas de asistencia a los encuentros del cuadro azulgrana.
La avalancha de asistencia de mujeres a los encuentros del equipo azulgrana, no obstante, ha experimentado un notable repunte en los últimos años. "Ya cuando se jugaba en Mendizorroza recuerdo que había también mujeres, pero menos", evoca Josu. "La cosa es que con la plena incorporación de la mujer al mercado laboral, es casi como una consecuencia lógica".
"Cada vez somos más. Y se ve sobre todo en las mujeres mayores, porque jóvenes creo que hemos ido bastantes desde que tengo memoria", apunta Zuriñe Eguiluz, fiel seguidora baskonista. No le falta razón. Aunque los datos del club reflejan que hay socios de entre 2 y 85 años, las franjas de edad más abundantes son las que comprenden a las mujeres de entre 15 y 29 así como a las más maduras de entre 50 y 59. "Se ven muchos matrimonios", añade Zuriñe.
El crecimiento porcentual de las mujeres también entraña ciertos cambios en el comportamiento de la masa. "Somos menos cazurras y gritamos menos", sonríe Zuriñe. "Pues yo creo que gritan más que los chicos, pero para animar. Están más por animar que por criticar", adhiere Josu. El caso es que cada vez son más.