vitoria. El Baskonia es mucho más que los cinco jugadores que intentan meter el balón en un aro y los tipos de corbata que mueven los hilos desde los despachos. El Baskonia, de hecho, es en esencia el sentimiento de una afición que indiferente al paso del tiempo, a las crisis económicas y los problemas propios del baloncesto, sigue apoyando a su equipo a pesar de haber sido incapaz de permanecer en el espacio en el que se reparten los títulos y al que tanto le costó llegar. El baskonismo se mantiene firme. Y las cifras la confirman como la afición más fiel, con diferencia, de la ACB.

El informe anual que se presentó ayer al abrigo de la Asamblea General Ordinaria de la ACB, al margen de para ofrecer un panorama un tanto preocupante en torno al futuro del baloncesto español, sirvió para constatar con datos la extrema fidelidad que profesa la hinchada azulgrana a su equipo. El Buesa Arena se ha consolidado este año como el pabellón con mejor entrada de la competición doméstica. Los 10.329 aficionados que acudieron a cada uno de los partidos que disputó el conjunto vitoriano como local -según los datos aportados por el gerente de la entidad, Jesús Vázquez- suponen una cifra un 65% mayor que la media de la competición, que se redujo esta recién concluida campaña un 3,7% hasta quedar en los 6.223 aficionados de media en cada cancha.

Sólo Estudiantes y Bilbao Basket, que superan con holgura los 9.000 espectadores por partido, ofrecen unas cifras muy similares en una competición que atraviesa una crisis de identidad a pesar del empujón publicitario y televisivo que supone a nivel estatal que los dos clubes futboleros vuelvan a estar arriba discutiendo el reparto de trofeos. El seguimiento de la competición, pese al descenso de asistencia a las canchas, ha aumentado, como también lo ha hecho la actividad en torno a la ACB en internet y redes sociales. Sin embargo, el panorama no resulta tan halagüeño como quisieron reflejarlo los responsables del torneo en la reunión que sirvió asimismo para ratificar la continuidad del Gipuzkoa Basket, aún en busca de patrocinador, en la máxima categoría. El Manresa, el otro equipo en teoría descendido por resultados deportivos, dispondrá hasta el 13 de julio para presentar la documentación y conservar su plaza. Salvo sorpresa monumental, el próximo curso el torneo arrancará con los mismos 18 equipos que lo hizo el pasado octubre.

Albert Agustí, director general de la ACB, fue el encargado de exponer el informe en el que se reflejaba esa merma en la asistencia, que atribuyó a "la crisis y la subida del IVA". De hecho, se vendió ese retroceso del 3,7% como un éxito. Desde fuera, desde luego, no lo parece. Salvando canchas como el Buesa Arena, donde la asistencia ha crecido un 15%, en la mayoría de los pabellones se ha experimentado un retroceso en un contexto en el que empieza a apreciarse una fuga de talentos con rumbo a otras competiciones en las que hay dinero fresco para fichar.

Esta pérdida de iconos, de héroes, puede resultar dañina a medio plazo. Por el momento, los registros que presentó la ACB en lo que se refiere a las audiencias en televisión sí resultaron al menos un motivo de celebración, por mucho que en determinados aspectos la cobertura que ha ofrecido Televisión Española haya podido resultar muy mejorable. Como promedio, cerca de un millón de personas (932.685) presenciaron un partido íntegro de la Liga Endesa cada semana por la televisión. El porcentaje de telespectadores ha crecido de una temporada a otra un 44,5% en TVE y un 11,8% en los canales autonómicos, que a mitad de temporada se vieron asaltados al modificar La1 su horario de emisión y casi coincidir con el de los demás partidos.

En el glosario de lecturas positivas que facilitó el servicio de prensa de la ACB y que Agustí expuso en la asamblea se destacó ante todo el cambio de tendencia que ha seguido el pasado curso una ACB en la que se ha anotado mucho más que en temporadas anteriores. Los puntos han crecido un 6,3% de un año a otro, pasando de los 73,4 que se promediaron por equipo y partido en la 2011/12 a los 77,9 de la 2012/13. Ese baloncesto más ofensivo, en el que 14 de los 17 equipos que repetían de la anterior campaña mejoraron sus registros, puede convertirse en uno de los salvavidas de una competición que se encuentra en una encrucijada pero en la que, una vez más, queda claro que el baskonismo sigue siendo fiel a su equipo. Contra viento y marea.