en Vitoria empezará y acabará la vereda que debe guiar al Laboral Kutxa al Top 16. El equipo de Sergio Scariolo dispondrá de la ocasión de abrir el torneo ante su hinchada, el 17 o 18 de octubre del próximo mes de octubre, y de jugar el décimo y último encuentro de esta primera fase, la semana previa a la Navidad, también en el Buesa Arena ante el Lokomotiv Kuban. Teniendo en cuenta los acontecimientos de los cursos precedentes, la fortaleza del equipo en coliseo de Zurbano, donde se han escapado en los últimos tiempos demasiadas victorias, puede resultar determinante a la hora de propulsar a la segunda fase a un equipo que se está construyendo con vistas a volver a estar de continuo entre los mejores.
Tampoco el Maccabi vive su mejor momento. Y al igual que el Baskonia, está aprovechando el verano para realizar una profunda renovación de la plantilla. El equipo israelí, que cayó sorprendentemente derrotado en la final de la liga hebrea, será el primer rival del equipo azulgrana, que iniciará la Euroliga por todo lo alto, con dos choques de alto voltaje, pues la semana siguiente viajará hasta Atenas para medirse en el legendario OAKA al Panathinaikos del eterno Dimitris Diamantidis. La última semana de noviembre (jueves 28 o viernes 29, porque estos volverán a ser los días en los que se jugarán los partidos), el conjunto heleno pisará de nuevo el Buesa Arena, a buen seguro con una gran respuesta de la afición baskonista, que siempre responde en las grandes citas.
Especial será sin duda el reencuentro de la hinchada azulgrana con el que ha sido uno de sus ídolos. Igor Rakocevic, ahora profeta en su tierra pero siempre con un pedazo de su corazón baskonista, aterrizará en Vitoria el 7 u 8 de noviembre con un Estrella Roja que se ha reforzado con jugadores como Blake Schilb o la emergente estrella eslovena Jaka Blazic. El combinado serbio, que regresa a la máxima competición continental, está conformando una plantilla muy solvente.
El Lokomotiv Kuban, campeón de la Eurocup, aparece como la gran amenaza. Aunque un tanto desconocido para el gran público, pretende presentar un presupuesto de 30 millones de dólares y mantiene la columna vertebral del pasado curso con Kalnietis, Hendrix y Brown. La única duda es saber si Calathes seguirá. Tiene ofertas del Panathinaikos y la NBA.