vitoria. Maciej Lampe añadió ayer un poco de pimienta a las tediosas semanas que soporta el baskonismo ahora que el equipo azulgrana sólo debe afrontar un partido por semana. El poste polaco, que siempre se ha caracterizado por hablar claro, sin tapujos, reconoció que su relación con Zan Tabak atraviesa momentos difíciles. En declaraciones a los periodistas congregados a las puertas del Buesa Arena tras el entrenamiento matinal de la plantilla azulgrana, uno de los grandes referentes del actual Laboral Kutxa, que atraviesa uno de sus momentos más bajos de la temporada, no quiso morderse la lengua y expuso cuál es, a su juicio, el motivo de que su peso en el juego del equipo haya descendido en las últimas semanas.
"Estamos un poco chocando cabezas y tenemos que arreglar eso", manifestó Lampe en referencia a su falta de sintonía con Tabak. "Pero creo que lo vamos a poder arreglar", añadió.
Esta anormal situación, tal y como corroboró el jugador de Lodz, viene de atrás. En concreto, de la serie de cuartos de final de la Euroliga ante el CSKA. A partir de ahí, las cosas se enfriaron entre ellos. "No nos hemos comunicado mucho después de los partidos de la Euroliga, después de lo del CSKA, y nuestra relación ha sido un poco difícil después de esos partidos", manifestó Lampe, quien sin embargo no tuvo reparos en entonar el mea culpa: "Creo que ahora tengo que centrarme más, escucharle más y hacer el trabajo que me pida", se sinceró. Y aún añadió: "Creo que tenemos problemas para comunicarnos entre nosotros y es fallo mío porque no he hablado con él".
La sinceridad del polaco sacudió la balsa de aceite en que se ha convertido el entorno de un Laboral Kutxa que parece estar cada vez más engrasado para afrontar el play off. Ahora queda en sus manos y en las del propio Tabak, siempre muy claro también a la hora de definir qué es lo que pide a sus hombres, la gestión de una situación que requiere de un arreglo antes de que arranquen las eliminatorias por el título. El Baskonia, no en vano, necesita del mejor Lampe.