VITORIA. Llegó en un momento crítico de la campaña en el que el Baskonia se desangraba y, varios meses después, ha consumado el milagro de colocar al equipo en los cuartos de final de la Euroliga. Zan Tabak, del que muchos dudaban debido a su inexperiencia antes de oficializarse su llegada a la capital alavesa, era ayer un hombre feliz tras consumarse la clasificación a cuartos. "La gente tiene la tendencia a pensar que ha sido fácil, pero el Montepaschi nos dio una lección en Siena. Es un rival peligroso en ataque al que dejamos en 64 puntos. La victoria no se produjo debido a nuestros porcentajes de tiro, sino por la buena defensa, un esfuerzo extra en rebote y por saber atacar sus defensas alternativas", alabó.

El técnico croata, que evitó hacer referencia alguna al cruce contra el CSKA, resaltó los méritos de un conjunto como el vitoriano con tantas promesas entre sus filas. "Tenemos mucha gente joven que nunca ha jugado una competición como ésta y nunca ha llegado tan lejos como ahora nosotros. Para mí, personalmente, también es una gran satisfacción. Seguramente, en el futuro lo podremos hacer mucho mejor", advirtió Tabak, que desveló cuál había sido la reacción de Josean Querejeta al término de la confrontación. "Baja siempre al vestuario, tanto si perdemos como si ganamos. No es un presidente que solo viene con las victorias. Siempre comenta cosas y en conjunto tratamos de hacerlo mejor cada día", admitió.

El apoyo del Buesa Arena también fue otros de los aspectos que llenó de orgullo al balcánico. "Se agradece su apoyo, porque los jugadores lo merecen. No siempre se puede jugar bien, pero el esfuerzo debe existir siempre. Ha habido unos jugadores que desde el principio no han conectado con la grada, aunque esta noche -por ayer- lo dieron todo y es de agradecer que exista esta conexión. La del Baskonia es una afición que siempre está al lado del equipo. Hasta que no te vas a otro sitio, no sabes darte cuenta de ello", reflexionó.

El Caja Laboral sobrevive en la competición con otras escuadras pertenecientes a grandes urbes que le doblan o triplican en el presupuesto. Sin embargo, Tabak evitó colgarse medallas. "Intento ser fiel a mis principios. Yo nunca me doy nota a mí mismo, sino que es la gente del club. Son los dirigentes quienes deben valorar si lo estamos haciendo bien o no", concluyó.