Vitoria. En mitad del océano de irregularidades y subidas y bajadas de concentración y rendimiento, Zan Tabak dispone de un valor seguro. La entrega de Andrés Nocioni se cotiza a renta fija. Jamás engaña. El Chapu es lo que es, lo que se ve, y ayer volvió a ofrecer una exhibición de honestidad brutal para terminar con la incertidumbre que los excesos de confianza generaron en el tramo final del encuentro.
El argentino, letal aprovechando las ventajas en el poste bajo, intenso en defensa, generoso en la pelea por el rebote, volvió a marcar el camino a seguir. Su carácter debería ser contagioso. A muchos de sus compañeros debería servirles como acicate el hecho de que el jugador más veterano de la plantilla, un tipo que lo ha vivido todo, siga dejándose la piel por cada pelota.
Con menos ruido, pero igual solvencia, el derbi ante el Lagun Aro le sirvió a Tibor Pleiss para confirmarse como la gran referencia defensiva del equipo azulgrana. El poste alemán, intimidador temible, selló la canasta local en un segundo cuarto que a la postre se reveló determinante para la suerte de un partido que no debió complicarse.