No ha sido más que un año finalmente. Este es el espacio de tiempo por el que el Caja Laboral se ausentado de su cita con los más grandes. La fase de la Euroliga que criba a la flor y nata de Europa no aceptó al equipo alavés el pasado año pero, tras mucho sufrimiento, este curso ha devuelto al Baskonia a la élite continetal.

Buena parte de la culpa de este regreso la tiene Zan Tabak. Con él se ha desterrado algún que otro mito que pululaba en el entorno baskonista como el que aposentaba en el banquillo del Buesa Arena únicamente a entrenadores contrastados. Los antecedentes, plasmados en los desempeños de entrenadores en crecimiento -en su momento- como Pedro Martínez o Salva Maldonado hicieron desistir a la cúpula que gobierna el devenir del club de Zurbano de contratar a técnicos sin una experiencia contrastada al más alto nivel. Sin embargo, Tabak ha echado por tierra las conjeturas que seguían apostando por esa vía aunque la coyuntura, más que propicia, ha sido determinante.

Las negativas de entrenadores contrastados como Pesic y Spahija -lo de Obradovic no está tan claro- hicieron a Querejeta replantearse la dirección del golpe de timón que estaba decidido a dar y apenas le quedó más opción que hacerse con un técnico neófito en estos campos. Lo de Tabak tiene un matiz, ya que la experiencia de la que carecía en el banquillo la acogía de sobra sobre el parquet. No obstante a nadie se le escaba lo arriesgado de la propuesta.

Dispuesto a aprovechar la oportunidad, el croata entró a los vestuarios del Buesa Arena con trabajo y mano izquierda a partes iguales. Una característica, esta última, que se echaba de menos desde hacía mucho tiempo por los aledaños del club de Zurbano.

Tras diez choques Tabak puede decir, como el César, que vinó, vió y venció. Un patinazo en su debut ante el Zalgiris y después nueve victorias consecutivas. El poste que dominó Europa con la Jugoplastika de Split junto al propio Ivanovic y que, más tarde, guardó las espaldas de Hakeem Olajuwon, uno de los mejores cincos de todos los tiempos, ha demostrado que su inteligente lectura del juego desde dentro es igualmente válida desde el banquillo.

'top 16'

Nuevo formato

Así las cosas, el Baskonia podrá disfrutar de este nuevo Top 16 con la seguridad que otorga la marcha del equipo en los últimos tiempos. Si la clasificación se veía como un milagro hace poco más de mes y medio y, por consiguiente, su supervivencia en el Top 16 una locura, ahora la lógica otorga al Caja Laboral, no el papel de favorito, pero sí el de aspirante perfectamente lícito a competir por una plaza en la Final Four de Londres.

La inclusión del equipo en esta fase adquiere una doble recompensa, la meramente competitiva y la que entraña el nuevo formato del torneo. Con el objeto de construir una liga europea que se asemeje cada día más a la NBA, Jordi Bertomeu y sus acólitos han separado esta fase en dos grupos de ocho en vez de cuatro de cuatro. El resultado: disfrutar de catorce partidos ante los más grandes equipos de Europa en vez de de seis.

Todo ello hace del debut en este Top 16 mañana ante el Olympiacos una fiesta por varios motivos pero, sobre todo, porque la sensación ahora es que se puede y por disfrutar de toneladas del mejor basket.