El Real Madrid sufrió mucho, más de lo esperado, para conseguir su decimotercera victoria consecutiva y lo hizo gracias a un gran trabajo colectivo y, en última instancia, a escasos segundos del final, a un triple genial de Sergio Llull. Ante la ausencia de Rudy, en la grada por precaución, El Madrid se arremangó en defensa, redoblando esfuerzos. Y lo mismo hizo el Valencia (10 de 21 triples al final). El marcador, que siempre fue favorable a los locales excepto unos breves segundos al final del tercer cuarto, se volvió a nivelar a falta de menos de dos minutos, 76-76. Pudo haber ganado cualquiera, pero un triple de Llull a escasos segundos del final dio al líder la ventaja suficiente para aguantar los últimos segundos y apuntarse su decimotercera victoria consecutiva.
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