Desde que aterrizó en Vitoria apenas han pasado dos semanas. Catorce días en los que ha dirigido cuatro partidos que le han bastado para conseguir que el equipo encadenara, por vez primera desde que arrancó el curso, tres victorias consecutivas. Pero ni Zan Tabak engaña a nadie ni quiere engañarse a sí mismo. El Caja Laboral que en su estreno como técnico quedó ridiculizado en el Zalgirio Arena sigue estando muy lejos de poder ser considerado un aspirante a los títulos, un bloque con la solidez necesaria para competir ante los grandes. Y en esta tesitura, todavía teñida de provisionalidad, al preparador croata se le presenta su primera gran prueba de fuego en el encuentro que su equipo disputará este viernes en Estambul, con la amenaza de la eliminación continental siempre presente.
Nadie esperaba nada del partido de Kaunas, al que Tabak se presentó sin apenas conocer a los jugadores. Pero las muestras de mejoría que ha ofrecido el equipo en sus tres siguientes encuentros, en los que ha quedado patente el crecimiento en aspectos puntuales que resultaban claves, como la defensa o el rebote, invitan a contemplar con benevolencia el trabajo que viene desarrollando en lo que para él representa también un enorme desafío vital. Todo esto, no obstante, quedará sujeto al comportamiento y -lamentablemente también- al resultado del cuadro azulgrana en su cita ante el potente Anadolu Efes.
La crudeza de la realidad competitiva no concede moratorias. Al Caja Laboral no le queda margen de error tras los numerosos traspiés acumulados durante su trayecto por la máxima competición continental. Así que a Tabak, que en san Sebastián aseveró el domingo que aún queda mucho por hacer para dotar de solidez al equipo, se le presenta un examen que para bien o para mal determinará en parte su nota final.
El Baskonia no sólo se juega su prestigio e incluso su licencia fija de Euroliga, una condición que parece muy complicado que en cualquiera de los casos pudiera perder. Los jugadores que se enfundarán la elástica azulgrana en los dos últimos choques de la primera fase de la Euroliga tienen en sus manos incluso la tranquilidad económica de un club que no puede permitirse excesivos desfases en las cuentas presupuestadas.
Tabak viene haciendo un buen trabajo por el momento, pero su labor requiere de unos plazos que la realidad del calendario va a acortar de manera drástica. Sólo un fallo ajeno, del Armani en su feudo ante el Zalgiris, podría disculpar en primera instancia un suspenso en el primer gran examen al que al croata se ha visto obligado a presentarse sin apenas tiempo para estudiar.