Madrid. Puede resultar hasta cierto punto paradójico el hecho de que un equipo que durante semanas se ha mostrado demasiado endeble en el juego interior haya empezado a arrojar más dudas sobre el perímetro ahora que sus hombres grandes parecen de vuelta. Pero es lo que está sucediendo con este Caja Laboral todavía en construcción. En el partido de ayer los hombres altos fueron incluso los que más amenaza ofrecieron desde el perímetro, incluidos Lampe y Nemanja Bjelica, que incluso sumaron varios triples vitales para el equipo.
El polaco sigue mostrando una gran regularidad este año. Tanta como la del equipo. Es el faro que ofrece el rumbo, el tipo sin el que hasta ahora el conjunto azulgrana no podía sostenerse. Pero quizá también esto haya cambiado. El retorno a las canchas de Pleiss parece que puede ofrecer otras soluciones al cuadro azulgrana. El poste germano, quizá aún tierno en algunos aspectos, ofrece al menos unos centímetros que resultan vitales para defender la propia canasta, como demostró ayer en un tercer cuarto en el que estuvo fantástico.
Todavía le falta tiempo para adquirir el ritmo. Siquiera para llegar al punto de forma en el que se encontraba antes de serle detectada esa inoportuna mononucleosis. Pero al menos queda muy claro que en cuanto a presencia en cancha no es lo mismo que Milko Bjelica o cualquier otro cuatro que pueda intentar suplir a Lampe.