Vitoria. Se estaba convirtiendo en uno de los habituales culebrones que salpican el verano baskonista pero finalmente ayer quedó resuelto. Aunque, desgraciadamente, con un desenlace contrario a los intereses del club azulgrana y de la mayoría de sus aficionados. Si días atrás fue Mirza Teletovic el encargado de reabrir la puerta de salida del Buesa Arena camino de la NBA, su compañero Pablo Prigioni siguió su ejemplo en la jornada de ayer. Lo hizo, además, para dirigirse al mismo destino. Nada menos que la capital del mundo, Nueva York. Ahora bien, aunque ambos, exbaskonistas ya, compartirán ciudad no defenderán el mismo escudo. Y es que mientras que el bosnio se ha enrolado en los Brooklyn Nets el argentino lo hará en los míticos New York Knicks.

De esta manera, el de Río Tercero deja atrás más de una década de trayectoria en la Liga ACB para embarcarse en su última gran aventura. Y es que, a sus 35 años, se convertirá en uno de los jugadores de mayor edad en debutar en la mejor Liga del mundo y en el rookie más veterano si no se tiene en cuenta a los jugadores estadounidenses o que hayan pasado por la competición universitaria (NCAA). Hasta ahora, ese honor le correspondía al francés Rigaudeau, que debutó con 31 años.

Durante las últimas semanas el día a día de Prigioni se había convertido en una tensa espera después de que la franquicia neoyorkina le invitara a pasar unos días en la ciudad estadounidense y le comunicara el interés en contar con él. Sin embargo, la oferta oficial no terminaba de llegar y la contratación del veteranísimo Jason Kidd (39 años) parecía echar al traste las ilusiones del base argentino. Pero ayer mismo llegó la ansiada notificación y los Knicks pusieron sobre la mesa una propuesta de una temporada y aproximadamente 750.000 dólares de sueldo.

Suficiente para que el director de juego dejase a un lado el proyecto que le esperaba en Vitoria y aceptase el desafío de probar suerte en la NBA y disputar minutos sobre la pista al veterano Kidd y al emergente Jeremy Lin. En declaraciones al diario argentino Olé desde la concentración de la selección argentina, el propio jugador desveló sus sensaciones en estos momentos. "El llamado me puso muy contento. No lo esperaba en este momento de mi carrera. Quiere decir que sigo haciendo las cosas bien. Nunca fui demasiado fanático de la NBA, pero me tentó la posibilidad y se llegó a un acuerdo. Lo económico no importaba tanto", resumió.

La marcha de Prigioni genera un evidente problama al Baskonia, que tendrá que buscar otro base en el mercado. El croata Ukic ya estuvo sobre la mesa fechas atrás y podría ser la primera alternativa en estos momentos aunque tampoco se pueden descartar otros movimientos. Además, queda pendiente la decisión de Nocioni y cuadrar el número de cupos ante la pérdida de uno de ellos, como era Prigioni.