Vitoria. El aterrizaje de Causeur, que origina superpoblación de efectivos en el perímetro, dejó con cara de tonto al Bizkaia, que daba por hecho su fichaje hasta que una irrechazable oferta de Querejeta -2 millones de euros por cuatro años- trastocó por completo los planes del pasado MVP nacional de la liga gala. Procedente del Cholet, intentará aumentar la pólvora de un perímetro que, desde la marcha de Macijauskas y Rakocevic, carece de un killer.

Lo primero de todo. ¿Cómo se ha fraguado un fichaje con el que pocos contaban hace días visto el fuerte interés de otros clubes?

Me siento entusiasmado y satisfecho. Desde el principio, tuve claro que deseaba venir a Vitoria. Mi agente llevaba dos meses hablando con ellos y, de hecho, vinieron a verme en directo a algún partido de la liga francesa. En los últimos días, se aceleraron las negociaciones hasta que mi agente me trasladó su oferta. No dudé en aceptar. Para mí, es una oportunidad inmejorable para progresar en mi carrera y mejorar mi juego en uno de los clubes con más tradición de Europa.

Dice entonces que desde hace dos meses ya había un seguimiento...

Sí, sí... Ellos empezaron a verme desde hace tiempo. En ese instante, no me dijeron lógicamente con tanta contundencia que iban a ficharme y ofrecerme un contrato. Eso únicamente se produjo hace unos días antes de culminar las negociaciones.

¿Por qué sí al Baskonia y, por ejemplo, no a otros equipos de la ACB, como el Bizkaia, donde ahora cargan en su contra, que ya daba por hecha su llegada?

Ha sido mi decisión y todo el mundo debe respetarla. Conozco muy bien al equipo, sé que está dirigido por un gran entrenador -el protagonista permanecía ayer ajeno a los rumores que circulan sobre el futuro de Ivanovic- y el club tiene un importante prestigio en Europa y España, ha jugado varias ediciones de la Final Four... Insisto en que para mí era una oportunidad única. Cuando te llama un equipo así, uno no sabe si este tren volverá a pasar otra vez. Ahora quiero demostrar en la ACB de lo que soy capaz.

Va a coincidir con nombres rutilantes como Lampe, Nemanja Bjelica, San Emeterio... ¿Expectante?

Sí, claro. La pasada temporada le seguí bastante, ya que coincidieron con el Nancy en la primera fase de la Euroliga. Pude ver varios partidos del torneo europeo y también del play off de la ACB. No descubro nada si digo que es un gran equipo. Además, tiene una tradición en Francia y es respetado en mi país desde que estuvo allí Laurent Foirest. He de reconocer que antes de tomar mi decisión, le llamé para conocer cosas sobre el club y lo me respondió fue muy interesante para terminar de convencerme.

Será la primera vez que hace las maletas para jugar fuera de su país. ¿Le genera inquietud?

Para mí, no será lo mismo. Aquí en Francia tengo a mi familia y mis amigos. Al principio, puede que se me haga duro aclimatarme a un país diferente y las cosas cambiarán seguro. Pero esto no me preocupa ahora. El Baskonia es un nuevo desafío en mi carrera. Voy a tener la oportunidad de jugar en la mejor liga de Europa y de enfrentarme a los mejores jugadores.

Era casi un desconocido hasta la pasada temporada. ¿Por qué ha explotado tan tarde?

Mucha gente puede ser de esa opinión, pero yo sé que he ido mejorando mi juego cada curso. El año pasado fue propicio para mí porque con la marcha de Sammy Mejía y la lesión de otro escolta tuve que asumir una mayor responsabilidad. En casi todos los partidos domésticos, conseguí convertirme en el anotador más importante y eso me dio confianza para brillar. Cuando Sammy -elegido MVP en Francia durante la campaña 2010/11- se marchó al CSKA, mi rol dentro del club aumentó. Él es un gran jugador y aprendí mucho de él, pero no contaba con la oportunidad de meter muchos puntos estando a su lado porque aglutinaba casi todo el juego.

Si tuviera que efectuar una descripción de su juego para los que no le conocen, ¿qué aspectos destacaría?

Creo que soy un exterior bastante completo. Puedo penetrar a canasta y generarme mis propias canastas o doblar el balón al pívot. Intento ser solidario con mis compañeros y no abusar de los tiros, pero si tengo que asumir por mí mismo la responsabilidad no me quema el balón. Soy capaz de tirar, aunque al ser zurdo creo que mi mejor virtud es el dribling hacia este lado. También salgo en carrera hacia la derecha, puedo defender duro... Seré útil al entrenador en muchas facetas.

De ser la estrella del Cholet a uno más en la rotación del Caja Laboral media un abismo. ¿Está preparado para asumir otro rol?

Por supuesto. Si militas en uno de los mejores clubes europeos, salvo excepciones concretas, sabes que no vas a jugar de media 30 ó 35 minutos por partido. Trataré de dar lo mejor de mí mismo en los 16-20 minutos que me concedan. Soy consciente de que voy a aportar mi granito de arena a una gran familia como el Baskonia y que, ante todo, quiero seguir mejorando mi baloncesto.

Ha mencionado antes el nombre de Foirest. No estaría nada mal si alcanza sus mismos logros, ¿verdad?

Por descontado, me gustaría seguir sus pasos. Mucha gente me dice que mi juego tiene cierto parecido con el suyo y la verdad es que ese es uno de los mejores halagos que me pueden hacer. Estoy tratando de hacerlo todo como él. De hecho, cuando era un niño veía sus partidos y soy un gran fan suyo.

Tiene la posibilidad de ser incluido en la lista definitiva de Francia para los Juegos Olímpicos. ¿Le quita el sueño estar en Londres?

A corto plazo, no sé si esta o la próxima semana, iré a Vitoria para pasar las pruebas médicas. En los próximos días, voy a jugar tres partidos con la selección y luego me tomaré un pequeño descanso para, posiblemente, hacer la presentación con mi nuevo equipo. Como a cualquier jugador del mundo, representar a mi país en los Juegos sería lo máximo. Me esforzaré al máximo porque la competencia es dura y ya hay una base hecha de las últimas temporadas.